Josep Guardiola, DT del Bayern Munich, zanjó ayer la controversia con Arjen Robben, quien se negó a patear un penal en el choque de Champions ante el Viktoria Plzen. Así protestó por lo ocurrido frente al Mainz, cuando el DT impidió, a gritos, que él lanzara el penal para que lo hiciera Müller. «Eso ya es pasado. De ahora en adelante diré quién es el número uno, el dos y el tres… Pero Robben es uno de los jugadores más importantes. Le ha dado al club más que cualquier técnico», dijo ‘Pep’.
«No soy dictador. Yo estoy aquí para apoyar a estos jugadores», aseguró.