Peor que la enfermedad

El fraude y la promoción del miedo vienen recorriendo los intersticios de la OMS, los Estados y el mercantilismo en el mundo. En esas circunstancias, nunca está de más advertir que los desalmados no terminaron en la Segunda Guerra Mundial y que antes y después de ella sobran genocidios en la Unión Soviética, la China de todos los tiempos y todos los demás.

La ONU predijo que en 2020 morirán 60 millones de personas (165 mil por día). El COVID-19 tardó 105 días en alcanzar 165 mil muertos. Las amenazas de la OMS fueron las mismas que con la gripe española (GE), pero la GE afectó a un tercio de la población mundial, matando al 2% de esta (39 millones) y, haciendo el correlativo con el mundo de hoy, tendríamos que estar infectados 2,500 millones y muertos, 155 millones por COVID-19, cuando hoy estamos en torno a 17.6 millones de infectados y 680 mil fallecidos. La OMS le erró por 228 veces de forma grosera, sugirió modelos de cuarentena salvajes y nos encajó exámenes con fiabilidad nula.

El golpe que infligió la GE a la economía fue la pérdida de 7% del PBI mundial, en términos per cápita y en 2020 estaba previsto un crecimiento del PBI mundial de 3.5%, pero la proyección ahora dice -3.5%. En ese sentido, el Modelo OMS azotó la economía con un daño similar al causado por la GE pero con algo que es 228 veces más chico (COVID-19).

El aumento de pobres extremos en el mundo saltó de 5% a 15%. Es decir, el Modelo OMS trajo como consecuencia un aumento de cerca de 770 millones de nuevos pobres extremos y, asociado a ello, 27 millones de personas morirán por hambre en el mundo. ¡Bravo, OMS! ¡Bravo, Tedros Adhanom! ¡Bravo, infectólogos del mercantilismo!