[Opinión] Camila Bozzo: Sin liderazgos que prometan

Si apelamos estrictamente al peso de la historia, la vacancia, tarde o temprano, pareciera ser inexorable. Pero como en el Perú, tierra de lo impredecible, el determinismo histórico no tiene de dónde asirse, es muy pronto para darlo por sentado. Castillo podría aprovechar el respiro que los audios fallidos le han otorgado para enmendar el rumbo y transar con el centro. Pero ¿si es que no lo logra? ¿Si prospera la vacancia y Boluarte renuncia o es vacada? ¿Aparecerá por obra de arte un estadista inmaculado para gobernarnos?

Camila Bozzo

Fecha Actualización

08/12/2021 - 07:15

Si apelamos estrictamente al peso de la historia, la vacancia, tarde o temprano, pareciera ser inexorable. Pero como en el Perú, tierra de lo impredecible, el determinismo histórico no tiene de dónde asirse, es muy pronto para darlo por sentado. Castillo podría aprovechar el respiro que los audios fallidos le han otorgado para enmendar el rumbo y transar con el centro. Pero ¿si es que no lo logra? ¿Si prospera la vacancia y Boluarte renuncia o es vacada? ¿Aparecerá por obra de arte un estadista inmaculado para gobernarnos?

Veamos quiénes se perfilan. La derecha (FP, RP y AV) no tiene líderes prometedores: Keiko Fujimori se ha ganado el legítimo rechazo de un sector importante de la población por el papel obstruccionista que su bancada jugó en el último quinquenio y López Aliaga por su talante autoritario. De Soto tampoco parece ser el líder que un sector de la derecha ensalzó durante la campaña.

El supuesto centro (digo supuesto porque es más una amalgama de intereses e ideologías) tampoco tiene líderes prometedores con una visión programática del país: APP es una plataforma política que promueve los intereses empresariales de los Acuña, Podemos es un símil de poca monta, AP está fragmentado y enfrascado en luchas intestinas, SP es un partido cascarón sin una visión del país.

En la otra orilla ideológica tenemos al trasnochado y controlista perulibrismo, y a la otrora izquierda institucional (JPP) que, después de mirar de soslayo la debacle institucional emprendida por Castillo, ha quedado chamuscada ante la opinión pública.

No hay un líder que se proyecte en el verdadero centro político (el PM está venido a menos). Los extremos se han encargado de pulverizarlo. La gente quiere que le resuelvan sus apremios rápido y aquellos ofrecen soluciones efectistas, populistas, el centro ofrece realismo.

De prosperar la vacancia más adelante (la moción de Chirinos ayer fue rechazada), el horizonte no pinta auspicioso. Aunque en el Perú, la meca de los outsiders, nada impide que surja un líder que prometa sacarnos del atolladero.

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