(Foto: GEC)
(Foto: GEC)

Días de descanso en Semana Santa y para los cristianos días de reflexión y de actos de contrición que nos deben permitir mejorar cada día y ser personas de bien, mejores ciudadanos que busquemos el bien común para nuestra sociedad.

Nuestra tradición cristiana, sobre todo católica, se manifiesta en diferentes partes del Perú con procesiones y fiestas costumbristas que muestran la vigencia del encuentro de dos mundos, dos culturas y visiones distintas, lo que termina en un sincretismo en las diferentes expresiones religiosas.

Tenemos la Semana Santa en Ayacucho con sus 32 iglesias coloniales, que alberga la fe inquebrantable de un pueblo valiente que supo reponerse del dolor que le infligió la mente criminal de Sendero Luminoso y que mantiene una tradición religiosa que ha llegado a convertirse en el principal destino turístico en esta época.

La tradición también se representa en Ica con el culto al Señor de Luren o el Santísimo Señor de Ayabaca en Piura, también el Señor de Muruhuay en Junín, y tantas otras manifestaciones religiosas que se visten de gala en esta Semana Santa cristiana celebrada con mucho fervor y emoción.

Un caso particular es el del Señor de los Temblores de Cusco que –cuenta la leyenda–, en pleno terremoto en el año 1650, tuvo que salir en procesión para detener el movimiento telúrico que, según proyecciones, habría marcado 8.5° en la escala de Richter y que tuvo de epicentro el mismo Cusco. Sembró terror y dolor con la destrucción de las viviendas de la época, pero sorprendentemente manteniendo la arquitectura inca intacta como vestigio de sus altos conocimientos de ingeniería para construir infraestructura antisísmica.

Con tantas tradiciones y creencias populares arraigadas en nuestros pueblos, esperemos que nos puedan ayudar a reflexionar a todos, sobre todo a la clase política, que durante estos meses nos hace pasar el vía crucis con tantos despropósitos. Auguramos que estos días les ayuden a reflexionar y entiendan que el fundamento de nuestra fe está en el amor al prójimo.