[Opinión] Aldo Mariátegui: Por evidencias. (Foto: Congreso)
[Opinión] Aldo Mariátegui: Por evidencias. (Foto: Congreso)

Razonemos políticamente como Spinoza (por proposiciones): es evidente que Castillo no se sostendrá por mucho más en la Presidencia (ya por la misma ley de la gravedad caerá ante tanto escándalo e incompetencia). Es evidente que Dina Boluarte ya está descartada como su sucesora (por la denuncia, por su escasa inteligencia, por carecer de apoyos). Es evidente que Maricarmen Alva no será reelegida como presidenta del Congreso (por torpe, por poco carismática, por el cargamontón de Mohme, Marchán, los encuestadores, sus mismos enemigos en AP, el desprestigio de AP por ‘Los Niños’ y otros coleguitas). Es evidente que el próximo presidente que nos gobernará durante seis meses hasta las próximas elecciones será el próximo presidente del Congreso (a menos que Castillo caiga antes de 28 de julio y asuma Alva).

¿Y quién será ese próximo presidente del Congreso? Se supone que existe un acuerdo para que lo sea un miembro del acuñismo (APP). Allí tenemos invitados y afiliados como candidatos potenciales interesados. Los invitados son el general Chiabra y la fiscal Gladys Echaíz. Los afiliados son Héctor Acuña, Lady Camones y Eduardo Salhuana (que encima es rojimio). Es evidente que ningún otro partido va a apoyar al hermano (Héctor) del que es jefe de otro partido. Es evidente que ni Camones ni Salhuana tienen la ‘gravitas’, el peso personal propio para ser presidentes. Y cuentan las malas lenguas que Acuña no traga a Chiabra, que es, además, evidentemente un potencial candidato presidencial interesante para después. Visto todo esto, lo más evidente sería que APP presente a Echaíz, persona sensata. Ahora bien, es evidente que quien tiene la llave para decidir quién es el próximo presidente del Congreso es la primera minoría (el fujimorismo) con 21 votos en bloque. Es evidente que el fujimorismo sabe que nunca ganaría la presidencia del Congreso y que debe apoyar a un tercero que les convenga, que no sería un militante de APP, ni un candidato con peso posterior propio. Ergo, les queda Echaíz. ¡Evidente!