[Opinión] Richard Arce: El presidente con las horas contadas. (Presidencia)
[Opinión] Richard Arce: El presidente con las horas contadas. (Presidencia)

La situación del presidente Castillo se complica y no solo es un escándalo de proporciones, sino que en este momento se está jugando los descuentos de su gobierno, porque por ética y dignidad de la patria, un gobierno involucrado en actos de corrupción con tantas evidencias, pierde la legitimidad y hasta el respeto que merece su investidura.

Son en estos momentos en que todo el país se debe unir para buscar una salida constitucional a esta crisis política; esto incluye también la disolución del Congreso, evidentemente junto con el Ejecutivo, porque han sido cómplices para llegar a esta situación de decadencia de las instituciones políticas del país.

Por supuesto que, en el campo judicial, prima la presunción de la inocencia y es el Ministerio Público el que tiene que investigar y validar las pruebas, delaciones y denuncias de los involucrados en los delitos que se desprenden de la colaboración eficaz de Karelim López. Pero tiene que entenderse que esto es un asunto meramente político –una especie de juicio político–, que tendrá que afrontar en los próximos días Castillo y compañía.

Para que no queden dudas, sobre todo en los ocasionales adeptos de la izquierda, este escándalo de la información delictuosa del presidente tiene el mismo parangón a lo vivido por Alberto Fujimori después del vladivideo Kouri-Montesinos. Por tanto, ya saben cómo terminará la historia y cuál es la narrativa que van a tratar de construir estos días los allegados al gobierno.

Van a intentar negar lo evidente, porque no tienen argumentos para refutar las serias acusaciones de Karelim, que, por cierto, será el siguiente objetivo, desacreditándola con todo tipo de argucias, como ya ha pretendido ayer el mismo presidente, con el mensaje a la nación en domingo, que, en realidad, ha dado más pena que luces sobre los hechos que lo involucran.

La última fase será aferrarse al cargo con “uñas y dientes” y esto es peligroso porque han estado movilizando radicales en todo el Perú.

Reitero, como hace mucho tiempo lo expresé, aquí el único responsable de estos escándalos y presuntos delitos es el propio presidente Castillo y ahora empieza la cuenta regresiva de su gobierno cleptócrata.