[Opinión] Aldo Mariátegui: Cusco puede ser el Waterloo de Castillo

El epicentro de la provincia provinciana se le está moviendo a Castillo del centro al sur andinos, otrora sus abrumadores bastiones electorales (no puedo dejar de admitir que tiene su morbo verles sufrir las consecuencias de su voto). Y ya desde hace mucho tiempo que sabemos que las protestas son más tercas (miren nomás Las Bambas. No hay día en que no jodan a la minera), absurdamente maximalistas en los pedidos (¡las comunidades que bloquean Cujone quieren US$5 mil millones y el 5% de las utilidades!) y chúcaras por esos lares.

Castillo no puede ni tiene cómo solucionar problemas que impactan mucho allá, como el precio de la urea para la agricultura, tan afectado por la aventura putinesca en Ucrania, o que el gas de la cusqueña Camisea se venda más barato y esté más extendido por allá (para el GLP de los balones habría que montar una planta muy costosa en Echarate y para el GNV a domicilio hacer un “campodiniquesco”  gasoducto aún más elefantiásico y absurdo en costos que la refinería de Talara, aparte de que es casi imposible romper las calles de una ciudad tan llena de historia como el Cusco para tender ductos callejeros.

Además, tampoco hay una industria allá que pudiese absorber tanto gas. Con esto, ya Castillo queda en una soledad política absoluta y creo que ya su salida es cuestión de muy poco tiempo. Es muy débil como para aguantar encima una ola inflacionaria tan rápida y tan intensa.

- Positiva la salida del activista comunista Aguinaga de la Dirección General de Trabajo que bastante daño ya hizo en ese ministerio. Pero no debería evitar que Betssy Chávez deje el cargo por la atrocidad que hizo con los controladores aéreos en Semana Santa: un desatino de ese tamaño no puede quedar políticamente impune. Otro que ya tiene que largarse es el premier Aníbal Torres, que de la PCM debe internarse en algún psiquiátrico, que el tío está listo para hartos electroshocks y hasta una lobotomía.