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Redacción PERÚ21

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Carlos Basombrío,Opina.21Es que al tratar de serlo choca con una forma de gobernar ya más o menos enraizada y con la que el presidente se siente cómodo. Un Humala que confía en algunas personas para la toma de decisiones; muy pocas, notoriamente Nadine, pero también Castilla y, probablemente, todavía Villafuerte.

Con ese telón de fondo se puede leer que el flamante primer ministro fuese excluido de la delegación de ministros que acompañó al presidente al CADE, donde según las encuestas hechas entre los asistentes era notoriamente más popular que el primer mandatario.

Villanueva, por su parte, ha anunciado que antes de fin de año habrá novedades en el gabinete, dejando a toda la alta administración del Estado en ascuas, si es que no completamente paralizada a la espera de los cambios. Diera la impresión de que su anuncio es, antes que un mensaje a la ciudadanía, uno dirigido al presidente.

Más sorprendente, todavía, el haber dicho que le interesa "un pito el cargo del primer ministro", señalando que cumplía sus objetivos en seis meses o se iba. Sus compromisos son ambiciosos en términos de inversiones y de seguridad ciudadana y es altamente improbable que pueda lograr algo significativo en ese plazo. Diera la impresión, de nuevo, que se trata de un mensaje hacia adentro; algo así como déjenme ejercer mi función con autoridad y libertad, porque sino con las mismas me voy.

Sea como fuere, el premierato Villanueva aún no ha despegado. Veamos qué pasa en lo que queda de diciembre.