(GEC)
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-La trágica moraleja para provincias de este drama actual en Arequipa con el pésimo manejo regional de la plaga es que el elector tiene que aprender a votar sensatamente. A pesar de que los medios y las redes advirtieron que Cáceres Llica había sido acusado de violador, se le exhibió borracho por las calles y mil perlas más, este señor fue electo gobernador regional con el 57% frente a un rival (Ísmodes) que era MIL veces mejor a simple vista. Ahora da lástima ver el impresionante sufrimiento mistiano tan agravado por este personaje.

¡Es que así son de difíciles los peruanos! Hace años hicimos una intensa campaña en Correo Tumbes para advertirle al electorado local que Gerardo Viñas tenía antecedentes senderistas y que era una joya. Igual le eligieron con el 52%. Saqueó las arcas del pobre Tumbes y hoy está preso. Y para qué hablar de César Álvarez en Áncash, tercamente reelecto gobernador. O de los congresistas. Siento decirlo, pero los peruanos, especialmente en provincias, terminan mereciéndose lo que les pasa por votar así casi siempre de mal. Es más, se ponían más tercos en su voto mientras más desde la prensa les revelabas las linduras de sus candidatos, un fenómeno masoquista inexplicable. Por eso a veces pienso que más entendería a un tibetano que a un peruano. Son raros.

-En mayo se sostenía que la plaga no llegaría a la Sierra por “la radiación ultravioleta”, “la altura”, “menos oxígeno”, “la sequedad”, “la capacidad pulmonar”, etc... Hoy Arequipa, Cajamarca, Cusco, Junín y Huánuco están devastados, como Quito y La Paz.

-Pedro Cateriano es el nuevo Silva Ruete: se acude a él cuando las papas queman, se le perdona todo y hasta se le idealiza por desesperación. Cateriano fue un servidor de los Humala y un golpista que defendió el cierre del Congreso anterior. Peor que Zeballos no va a ser, pero tampoco es la divina pomada.