La promoción estará vigentes durante los próximos días y será para el público en general. (USI)
La promoción estará vigentes durante los próximos días y será para el público en general. (USI)

Los agricultores de papa marcaron la agenda con un paro en la carretera. El reclamo era la baja de precios. Algunos alertaron sobre las 34,000 toneladas que se importan de los países del norte; no obstante, esta significa solo el 0.6% del total de la producción nacional. No la causa, sino la sobreproducción nacional, producto de la ausencia de información para generar estrategias agrarias a nivel micro empresarial.

Para revertir esta situación y levantar el paro, el Minagri decidió comprar esta sobreproducción. La discusión no debe limitarse a si el Estado debe o no intervenir en una economía supuestamente liberal. Debería girar respecto a qué políticas agrarias son necesarias para impulsar la economía rural. Hasta en los países más liberales como Estados Unidos, existen políticas proteccionistas fuertes para su agro.

Que el Estado compre la sobreproducción de papa para mejorar los precios y levantar un paro, fue una medida de urgencia necesaria para acabar rápidamente con esta situación, pero esto, para nada debe repetirse. Esta medida solo explica la mediocridad con la que se están manejando las políticas agrarias. Es responsabilidad del Estado y no del mercado, informar a los agricultores familiares qué producir y cuánto. En los países más liberales hay hasta apps para campesinos que les dicen qué sembrar según la información nacional. Algo así como un waze agrícola.

Necesitamos que nuestros agricultores tomen decisiones inteligentes, pero sin información eso jamás sucederá. El día que reconozcamos a nuestros campesinos como potenciales empresarios, nuestra economía rural empezará a ser más eficiente, la tecnología será más utilizada y nuestros corredores logísticos (carreteras) serán de mayor calidad. Y, claro, las cifras de pobreza e inequidad acabarán.

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