Cegadas por la luz. (USI)
Cegadas por la luz. (USI)

Señales que precederán al fin del mundo: cataclismos, personas que se casan con su computadora y congresistas con una pasmosa capacidad para hablar huevadas.

Inútiles serán todos los conmovedores esfuerzos de los hinchas de Alianza Lima por salvar a su estadio del trágico destino que la Sunat ya le tiene reservado. No pasarán. El bravo de bravos ha determinado que, sobre las ruinas del coloso legendario de Matute, se edificará su magno coliseo cuya gestión estará a cargo de una de sus múltiples franquicias: la Iglesia El Aposento Alto. Ay, Dios. ¿Quién te entiende? Él es así, pues: impredecible, temperamental. Tan ambicioso como un C.E.O de Graña y Montero. El que puede, puede. Y Papalindo lo compra todo. Derrumba todo. Y, después, edifica su reino. Nada sabríamos de esta última movida inmobiliaria del Altísimo si no fuera porque semejante noticia fue anunciada a voz en cuello en medio de una encendida liturgia por quien, de un tiempo a esta parte, parece haberse convertido en su vendedor estrella: el pastor Alberto Santana, cónsul plenipotenciario de los cielos en la tierra. No contento con quitarnos el Cine “Orrantia”, donde, siendo apenas unos púberes, nos deleitamos con “Seka, la erótica” tantas veces… No contento con quitarnos el Coliseo Amauta en el que formábamos cola de amanecida para asistir a “La Más-Más 1983” y ver los videos de Spandau Ballet en pantalla gigante, el Creador nos arrebataba ahora los campos de fútbol. ¿De qué más habrán de privarnos más tarde, en su suprema angurria, estas inmisericordes transnacionales de la fe? Extraños son los negocios del Señor. Del señor Santana. Del señor Rodolfo González Cruz. Del señor Julio Rosas. Ejem, ejem. Con mis diezmos no te metas.

Pero no vaya algún confundido mortal a pensar que estos santos varones son los únicos elegidos de Dios. En absoluto. ¿Una religión machista? Impensable. Así como en Cova da Iría –donde a tres pastorcitos, la Virgen María (en cuya existencia no cree el pastor Lay) se apareciera alguna vez–, Dios conversa también aquí en nuestro país, y en el Congreso, con sus propias, engreídas pastoritas. No bromeo. Hablan todo el tiempo. Estoy seguro de que tienen su propio grupo de Whatsapp. Créanme. Dios conversa personalmente con cada una de ellas, las legionarias de su lobby personal al que, inteligentemente, han denominado pro-vida que, como puede verse, significa absolutamente todo, o lo que es lo mismo: absolutamente nada. Su primera pastorita es Nelly Lady Cuadros Candia, representante de Fuerza Popular por el departamento del Cusco. Difícil olvidar aquella interpelación en que la parlamentaria alcanzara instantánea celebridad al formularle a la ex ministra de Educación, Marilú Martens, una de las preguntas más existenciales y más WTF de que se tenga registro en los diarios de debate: “¿Usted nació mujer o, como dice el currículo, se hizo mujer a través del intercambio de roles y experiencia?”. Esa es ella en todo su esplendor. Nelly Lady. Remember that name. Háganse un favor y véanla brillar en su más reciente video viral en el que luce su inconfundible expresión de Bambi, de venadito del Pabellón de Caza. Señores de las charlas TED: óiganla disertar, argumentar en contra del “género”: ¿El género qué tiene que ver? ¿Qué incluye ESO? No estamos de acuerdo con el término género porque hay mucho debate sobre ESO. Hay personas que –por citarte un ejemplo– se casan con su computadora o personas que quieren casarse en grupo entonces, cosas así, que distorsionan. A ESO le llaman género. Es por ese término, que nosotros no estamos de acuerdo por esa razón de la denominación. Y con tan impecable razonamiento, su inmarcesible criterio de conciencia le ordenó votar en contra del proyecto de ley que les quitaba beneficios penitenciarios a los violadores. En contra. Supongo que, de esta manera, la lobbyista de Dios dejaba en claro su protesta contra la aterradora posibilidad de que los peruanos nos casemos con una computadora o –peor aún– con varias al mismo tiempo, lo cual constituiría un nivel de promiscuidad aberrante.

Pero hete aquí que hacen su aparición nuestras pastoritas favoritas. Beteta y Ananculí. Una tuvo la suerte de pasar por la escuela aunque la escuela pasara por ella de frente y sin dejar la menor huella. Todo indica que la otra se evitó tamaño inconveniente. Ni siquiera se tomó la molestia de intentarlo. Total, para ser congresista ni siquiera te piden saber leer. Y por último, ¿para qué carajos necesitarías aprender si nunca lo vas a volver a hacer? Cuando la prensa malició de su título de Administración en Negocios Internacionales solo porque no existe registro de que haya pasado de segundo de primaria, doña Betty Ananculí –que no es evangélica y sí ferviente devota de Santa Rosa– respondió: “¡Estamos avanzando, estamos avanzando!”. Karina Beteta, en cambio, es otro level. Hace algunos años, Aldo Miyashiro y yo le corregimos –en TV– medio centenar de errores en una carta de rectificación que nos envió. Ha pasado el tiempo y hoy es la flamante presidenta de la Comisión de Presupuesto. Quién te viera y quién te ve. Solo sé que nada soy –filosofó en el ágora del Twitter, el otro día. Nada soy. Sin tu cariño nada soy. Cultora –como Tristán Tzara o Melcochita– del pensamiento automático puro, Beteta es un espíritu libre que tuitea lo primero que le sale del forro. A saber: La abreviatura de homicida es SIDA. Y si tan alta poesía no te alcanza, ella te apostrofará, abofeteándote con su perfecto italiano: ¿capish?

La última pastorita naranjina es Tammy Arimborgo, ultraconservadora congresista por Loreto, en el supuesto negado de que existan ultraconservadores en Loreto y recordada por haber jurado no por la Patria, sino “por el indulto a Alberto Fujimori”. Es pastora misionera de la Escuela de Misiones y Técnicas Jerusalén, y estuvo a un pelo de ser la sucesora de la inigualable Maritza García, la hoy famosa inventora de la revolucionaria teoría lacaniana de los agresores sanos. Para tasarla del todo, basta un botón: Acá se mencionó acerca de los crímenes de odio y yo me pregunto: ¿existen los crímenes de amor? Porque si existen los crímenes de odio, también deben existir los crímenes de amor, ¿no? ASU. Mamá, yo quiero saber: ¿de dónde son los cantantes? ¿Es en serio, muchachones de Fuerza Popular?, ¿podría hablar un ratito con el encargado del departamento de control de calidad? Por el amor de Dios, ¿de dónde las sacan? ¿De dónde son para ir a dejarlas?