Soy hombre y soy homosexual.
Pero eso yo no lo elegí, fue Papalindo –ese gran artista- el que decidió crearme así.
Lo que yo sí elegí fue ser un cronista y –perdonen mi humildad– fui uno de los mejores.
Elegí ser un reportero de televisión y fui uno de los mejores.
Elegí ser un columnista y fui uno de los mejores.
Elegí ser un entrevistador político y fui uno de los mejores.
Elegí ser un presentador de programas concurso y fui uno de los mejores.
Elegí ser el periodista más influyente de este país y fui el periodista más influyente de este país por tres años seguidos.
Y lo hice mientras mi salón entero,
mi colegio entero,
mi barrio entero,
mi país entero me decía:
“Muérete, maldito maricón de mierda,
conchetumadre,
maricón de mierda”.
Felizmente a mí nunca me ha importado lo que nadie diga.
Yo sé quién soy, sé lo que valgo y sé adónde voy.
Así que si yo pude hacerlo, tú también puedes.
Nunca dejes que nadie te haga sentir inferior, anormal o infeliz
por la música que bailas, por lo que te pones, por con quién duermes o por cuál es tu color favorito.
Sé todo lo que te dé la puta gana de ser.
Ponte lo que te dé la gana,
haz lo que te dé la gana
y sobre todo:
ama a quien te dé la gana.
Porque eres hermoso, porque eres brillante
y porque esta es la única vida que tienes.