[Opinión] Camila Bozzo: Polvareda en el Indecopi

A poco más de un mes de haber sido designado como presidente del Indecopi Julián Palacín, excandidato al Congreso por Perú Libre, comienza a levantar polvareda. Su reciente anuncio sobre la reestructuración interna del Indecopi, aunque pueda sonar sensato, podría ser la antesala de la degradación institucional de la entidad. Y es que el perfil politizado y cercano al cerronismo del nuevo presidente del Indecopi genera legítimas preocupaciones.

Uno de las motivos que incentivó a Palacín a iniciar su cruzada reorganizadora fue que la Sala Especializada en Defensa de la Competencia resolviera (con el voto de Silvia Hooker, también gerenta de Asuntos Internacionales de la Sociedad Nacional de Industria) que la panificadora Bimbo no está obligada a consignar octógono de grasas trans en uno de sus productos.

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Y aunque es discutible que Hooker no se haya inhibido al estar frente a un posible conflicto de interés, genera escepticismo que, amparándose en ese caso, Palacín le haya solicitado a la Contraloría que investigue las designaciones de vocales y comisionados (el 48% del total, según sus cálculos) por supuestos conflictos de interés. ¿Estamos acaso ante la coartada perfecta para que Palacín remueva a personal de la institución y coloque a personas afines en puestos de confianza?

Aunque la práctica en el Indecopi ha sido que el presidente no interfiera en aspectos técnicos ni politice la institución y a su personal, nada impide que en la práctica lo haga. De hecho, el presidente sí tiene capacidad de decisión sobre distintos puestos. A los comisionados (primera instancia resolutiva de las comisiones) los designa y los remueve el consejo directivo (que Palacín preside), y a los secretarios técnicos (funcionarios de apoyo a los comisionados y vocales), al ser personal de confianza, también los puede remover el mismo consejo. Solo a los vocales los designa la PCM.

El Indecopi es una de las pocas islas de eficiencia que existen en el Estado peruano y se caracteriza por su profesionalismo y enfoque meritocrático. Esperemos que esto no cambie con la gestión de Palacín. Tendremos que estar atentos.

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