La incorporación de créditos presupuestarios se realiza hasta el 31 de marzo de este año, según detalló el MEF. (Foto: GEC)
La incorporación de créditos presupuestarios se realiza hasta el 31 de marzo de este año, según detalló el MEF. (Foto: GEC)

Desde la independencia y hasta en la emergencia somos un país de declaraciones, quieto en el dicho sin caminar la ruta de los hechos y las realizaciones.

Pasaron 5 meses desde que María Cecilia Villegas escribió “¿Se acuerda de #UnaSolaFuerza?”. Hoy repetimos con ella: “La experiencia con el terremoto de Pisco en 2007 debió habernos enseñado que en el Perú no tenemos la capacidad técnica para atender una gran reconstrucción”.

Casi 2 años después de El Niño costero, la reconstrucción está en pañales y su hermano menor, El Niño presente, flagela al Perú sobre mojado.

Reclamemos con ella que la reconstrucción de hoy no puede tener los errores de la “Reconstrucción con Cambios”, que debe tener un ente ejecutor asentado en el MEF y no una “pasabolera” que trasladó responsabilidades a 306 diferentes unidades ejecutoras a cargo de más de 9,976 obras, sabiendo que no tienen capacidad para encargarse de las reconstrucciones.

Planteemos, nuevamente, con la valentía de Abusada: señores de Gobierno, tengan la modestia y entereza de contratar una entidad de ingeniería especializada de clase mundial para diseñar, licitar y supervisar las obras en paquetes, concentrando responsabilidades, capacidades y sinergias, con toda la eficiencia, eficacia y probidad de otras latitudes.

El Perú debe rehacerse como se hacen los Panamericanos o como se reconstruyeron las carreteras, a velocidad japonesa. ¿Cuánto tiempo y desgracias tienen que pasar para que la modestia y el sentido común calen en nuestra mentalidad? ¿Hasta cuándo marcaremos ocupado con total indiferencia, cuando se nos grita “del dicho al hecho hay mucho trecho”?