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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois, La opinión del directorPara entender al actual gobierno hay que ser un especialista en parapsicología o tener vínculos con los que han partido al más allá, con el otro lado. Es evidente que tenemos entre nosotros a un ausente, nuestro mandatario, quien sólo aparece cuando se siente liberado. Pero al hacerlo causa pánico y por eso, otra vez, se desaparece al sentir nuevamente algún rechazo.

Así tenemos que el presidente tiene ocasionales periodos de frecuentes apariciones para luego esfumarse completamente sin dar señales de vida por un tiempo bastante largo. Sin embargo, lo más llamativo del caso es que cuanto más prolongado ha sido su silencio, mayor ha sido la popularidad que ha cosechado con el electorado.

Es una situación peculiar que, posiblemente, tenga que ver con el culto a lo oculto que existe en nuestra sociedad. Pero es una situación que Humala aún no ha dominado ni perfeccionado, ya que cuando retorna para dar un mensaje a los demás los termina aterrando.

Posiblemente el problema que enfrenta esté relacionado al hecho de que él se encuentra en otro plano, lejos de los mortales y de lo terrenal, sus preocupaciones son espirituales, diferentes a las del resto de peruanos. Por ejemplo, él está obsesionado con llenar los cuarteles de muchachos para alejarlos de los aretes y de los tragos. Mientras que en el país están preocupados con lo mundano, con el hecho de que la economía se está desacelerando.

Por otro lado, con su consorte ocurre exactamente lo contrario, ella parece ser demasiado apegada a lo material y no deja de estar presente entre nosotros a diario. Más aún, ni bien el mandatario hace su ocasional aparición y genera terror en la población, ella se desespera al sentir que se estaría esfumando la posibilidad de sucederlo y heredarlo.

Por lo tanto, empieza a llamar a medios, a políticos y a empresarios a fin de recordarles que ella es quien está realmente a cargo, porque su esposo no es más que un fantasma que todos nos hemos imaginado. Por su parte, los ministros que ella ha nombrado se pelean abiertamente por el privilegio de ser acompañados por 'La Jefa' en los eventos mediáticos que diariamente están organizando.

¿Qué podemos hacer los peruanos durante los próximos tres años? En primer lugar, acostumbrarnos a la ausencia de nuestro mandatario. Incluso tiene sus ventajas el tener un presidente alejado ya que no está obligado a tomar iniciativas a diario. Con lo cual, felizmente, se ha autolimitado en su capacidad de eventualmente causar daño ya que usualmente está equivocado.

Mientras que hay que dar por descontado el afán de figuración de la primera dama, el que está íntimamente relacionado al intento de reelección conyugal que será el lastre más pesado que arrastrarán durante la segunda parte de su mandato. En todo caso, no hay duda de que se trata de un gobierno bastante extraño.