[Opinión] Sandro Marcone: “La edad y el despertar tecnológico”

El acceso a pantallas e Internet ha permeado todos los aspectos de nuestras vidas. Entre los hogares con el privilegio de tener acceso a la red, surge una pregunta recurrente: ¿cuál es la edad adecuada para que los niños y niñas comiencen a usar estos recursos tecnológicos?

No hay una edad específica que sea universalmente aplicable. Creer que a cierta edad aparecerá espontáneamente la cultura digital es un error y conlleva abandonar la responsabilidad de preparar al menor para su desempeño digital en el futuro.

Prohibir por completo a los niños y niñas el uso de pantallas e Internet es una medida que, aunque tentadora para algunos adultos preocupados por los posibles riesgos con la tecnología, suele lograr los efectos contrarios. Prohibir o postergar el uso de lo digital puede contribuir a la frustración y rebeldía, también a una situación de exclusión social y educativa. Es importante entender que no somos los únicos posibles proveedores de tecnología y contenido digital de nuestros menores.

Se debe adoptar un enfoque equilibrado de mediación que considere el desarrollo individual, las necesidades de cada niño y niña, la participación activa de los adultos y la promoción de un uso responsable y ético. El mayor problema radica en que como adultos no estamos listos para hacer esa mediación parental. No hay nada que sea más efectivo para la generación de una cultura digital en nuestros menores que el ejemplo que nosotros les damos.

Los padres y cuidadores deben estar involucrados activamente en la vida digital de sus hijos, estableciendo límites claros y acompañándolos. Mantener un diálogo abierto y estar dispuestos a ajustar las estrategias según sea necesario es clave para apoyar el desarrollo integral en la era digital.

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