Parecería que son el preludio de una crisis económica de mayores proporciones, si vemos que las variables exógenas juegan también en contra, se viene un nuevo fenómeno de El Niño, los efectos del cambio climático y la anunciada crisis alimentaria, que evidentemente está asociada a estos problemas de la naturaleza, pero sobre todo a la pésima gestión de gobierno, ahondándose más con Castillo y la continuidad de Boluarte.