[OPINIÓN] Richard Arce: “Un verano en Nueva York”. (Foto: Presidencia)
[OPINIÓN] Richard Arce: “Un verano en Nueva York”. (Foto: Presidencia)

El periplo de la presidenta Dina Boluarte para participar en la sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas ha sido accidentado por las múltiples acciones de protesta de piquetes que se apostaron en las inmediaciones de los lugares a los que asistió, incluyendo la sede de la ONU.

En vez de resaltar las reuniones bilaterales con sus homólogos de diferentes naciones del mundo, la noticia en el Perú han sido las evasivas y los desplantes a la prensa peruana, en especial a la periodista de Canal N, Angélica Valdés, con la que tuvo un cruce de palabras y que ha significado un pronunciamiento de la prensa internacional por el exabrupto.

Lamentablemente, parece que una vez más la Cancillería, y sobre todo el abogado García Toma, recientemente nombrado representante del Perú ante la ONU, no hicieron su trabajo al no organizar la cobertura con la prensa y sobre todo no haber previsto los encuentros con antelación con otros dignatarios que estuvieron presentes estos días en Nueva York.

Lo grave es que una vez más exponen a la presidenta Boluarte, inclusive al ridículo, porque ni siquiera se dieron el trabajo de coordinar con el equipo de prensa de la Presidencia para organizar la agenda, las conferencias y estos encuentros entre presidentes.

Una muestra de esa falta de coordinación e inoperancia ha sido la publicación de fotos en redes sociales para ensalzar supuestas reuniones con presidentes y plenipotenciarios que después fueron desmentidas por la prensa apostada en el lugar mostrando que solo fueron fotos de coctel.

Las únicas reuniones formales que tuvo la presidenta Boluarte fueron con los presidentes de Paraguay y Chile; como se ha verificado, nunca hubo una reunión formal con el presidente Biden de los EE.UU., ni tampoco con Lula de Brasil ni Lasso de Ecuador. Recuerden que estos son espacios para acuerdos bilaterales en temas comerciales y de cooperación que son de suma importancia.

Considero que no se logró el objetivo de brindar otra imagen frente a los cuestionamientos que tiene el Gobierno respecto a las denuncias de violaciones a los DD.HH., dejando más bien un halo de duda e incertidumbre que para nada ayuda a mejorar su imagen internacional. Es tiempo de hacer cambios profundos en Torre Tagle y en varios ministerios si no se quiere seguir exponiendo la imagen del gobierno que arrastra al país.

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