[OPINIÓN] Richard Arce: La chacra de Soto: El Congreso

Los congresistas están de vacaciones, supuestamente, pero la Mesa Directiva presidida por un impresentable como Alejandro Soto, rodeado de los inefables Muñante y Cerrón, sigue haciendo de las suyas. Aprovechando la prerrogativa constitucional que tiene, hace y deshace con el presupuesto público como si fuera su chacra.

Cualquier pretexto es motivo para seguir otorgándose bonos, canastas ya no solo navideñas, sino también en el Día del Trabajo, del Padre y de la Madre, sin ningún control. Por eso era su obsesión de incrementar su presupuesto institucional en más de 200 millones de soles, sobrepasando los mil millones para este despilfarro de dinero público, bajo la fachada de atender las demandas del sindicato de trabajadores del Congreso.

Fui congresista. En mi periodo, el presupuesto anual bordeaba los 700 millones de soles y no solo alcanzaba, sino que sobraba, tanto así que después se revertía al erario. Ahora que continuanos con una sola cámara y con la misma cantidad de 130 congresistas, estos sinvergüenzas están buscando duplicar su presupuesto público, para que continúe la farra fiscal de un Congreso desprestigiado.

Sospecho que, como parte de la estrategia de mantener en silencio y condicionados a los trabajadores parlamentarios que les mochaban los sueldos, ahora se han dedicado a otorgarles una serie de gollerías y todos los bonos posibles, para que así compren su silencio y ya no denuncien a los impresentables congresistas conocidos como “mochasueldos”.

Ahora han salido con un nuevo bono mensual que se va a otorgar a todos los trabajadores parlamentarios “de confianza”, para que reciban del presupuesto público la suma de dos mil cuatrocientos soles, fechado en el acuerdo de Mesa del pasado 14 de diciembre, donde, con toda desfachatez, argumentan que es por las necesidades que tienen los sacrificados trabajadores.

Cuando salió el escándalo, Soto quiso enmendarse la plana él mismo, con un escueto comunicado que menciona que no habrá más bonos para este año y reiterando que lo hacían por pedido expreso del sindicato; habría que recordarle al impresentable que cualquier sindicato es maximalista en sus demandas y que, por más justas que sean, hay una racionalidad en la patronal -más si es el Estado- para asignar cualquier beneficio adicional a los derechos laborales. Así que esto es solo la cuartada para el despilfarro irresponsable, en plena crisis de recesión que vive el país.

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