Pedro Castillo en la ceremonia del 64 aniversario del Hospital Rebagliati. (Foto: Presidencia)
Pedro Castillo en la ceremonia del 64 aniversario del Hospital Rebagliati. (Foto: Presidencia)

El rechazo espontáneo de ayer en el Hospital Rebagliati al presidente Castillo, con gritos en coro, acusándolo de corrupto y que se largue, es la expresión de la indignación de pacientes y familiares que soportan las serias deficiencias en el Hospital en la atención y la escasez de medicinas solo para empezar.

Realmente desde hace meses la atención en los hospitales y centros médicos deja mucho que desear y esto es a nivel nacional, tanto en el Minsa como en Essalud; lo cual causa indignación a miles de familias que tienen que sufrir las consecuencias de la incapacidad funcional y las negligencias de este gobierno.

Estas manifestaciones ocasionales, que ya se están haciendo cotidianas, como hace unas semanas en Cusco, en un restaurante turístico, tuvo la misma intensidad de la protesta, en esa ocasión fue por parte de los comensales, que indignados gritaban que se retire el presidente. Al final el gobernante salió por una puerta falsa porque el ambiente estaba caldeado.

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Siembra vientos y cosecha tempestades, reza un viejo adagio y Castillo no se puede quejar, toda su gestión se basó en polarizar el país, exacerbando resentimientos históricos que ahora ya se han descontrolado.

Aníbal Torres y sus asesores-ministros, creían que esta corriente de opinión de victimización y de confrontación les iba a dar solo rédito político, pero se equivocaron, la estrategia era corto placista y demasiado riesgosa, y esto se ha ido desgastando, prácticamente ahora se les ha escapado de las manos.

Ya hay un aburrimiento en el país con esta estrategia castillista y más bien la indignación es generalizada hacia toda la clase política, incluido el Congreso.

Ahora seguirán escalando estas manifestaciones espontáneas en contra y el gobierno tendrá que asumirlas como parte de su desprestigio y debilitamiento; esperemos que la OEA lo tome en cuenta.

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Alberto Borea