La incursión del delincuente apodado ‘El Español’ en los medios de comunicación estos días resulta siendo reveladora por varios motivos. Primero porque desnuda a nuestra Policía Nacional y muestra la grosera manipulación política que ha soportado en estos meses con la aquiescencia de los altos mandos policiales, que más parecían esbirros de esta mafia que se infiltró en la institución.

Lo segundo es el nivel decadente de varios generales de la Policía, que fungían inclusive de mandaderos de personajes siniestros, deshonrando el uniforme y el nombre de la institución policial. Estos altos mandos policiales, como Vera Llerena y Alfaro Alvarado, deberían ser degradados públicamente por someterse servilmente a los caprichos de personajes de poca monta que tenían inclusive antecedentes delincuenciales.

En realidad, estos despropósitos podrían configurar en “traición a la patria”, por entregar el mando y dirección de las decisiones de su comando a sujetos como alias ‘El Español’, seguro para congraciarse con el entorno del expresidente Pedro Castillo.

Por cierto, nadie puede tener un ápice de influencia en las decisiones de su comando, menos si son delincuentes. Sometieron y degradaron el rol de la seguridad interna del país poniéndola al servicio de organizaciones criminales–como la que sindica la Fiscalía–, para buscar impunidad, escondiendo pruebas, ayudando a prófugos a evadirse de la justicia, traficando con los ascensos y destaques de policías en función de intereses pecuniarios y angurrias de poder.

Solo pensar que se sometieron a un sujeto de la calle que estuvo mandoneando a los altos mandos de la Policía y que no denuncien estas tropelías y se sometan servilmente sin defender la institucionalidad policial, demuestra la actitud de genuflexión de estos oficiales, que denigran su función y el alto honor de comandar a la Policía.

Ahora los generales aparecen en sendas entrevistas para tratar de hacerse las víctimas, pero solo demuestran su mediocridad porque admiten que fueron sorprendidos y esgrimen una supuesta ingenuidad siendo policías preparados para investigar y capturar delincuentes, ahora en un inverosímil accionar.

TAGS RELACIONADOS