"Pero, por si acaso, esta historia de Silva y el MTC no ha terminado, al contrario, se inician las indagaciones e investigaciones por presuntos delitos de corrupción". (Foto: GEC)
"Pero, por si acaso, esta historia de Silva y el MTC no ha terminado, al contrario, se inician las indagaciones e investigaciones por presuntos delitos de corrupción". (Foto: GEC)

Si hay un ministerio que está embarrado por diferentes denuncias de corrupción es el MTC del , quien sobrevivió a cuatro gabinetes con el aval del propio , quien confió tremenda responsabilidad a un lego en temas de transportes y comunicaciones y cuya única trayectoria profesional fue la de ser maestro de escuela sin mayores reconocimientos.

El asunto de fondo es ¿por qué los últimos presidentes tenían como ministros en el MTC a sus entrañables amigos, compadres o hasta compinches? Desde PPK –que tuvo a Giuffra, Vizcarra, Trujillo– y ahora Castillo con Silva. La respuesta parece evidente al ver que es uno de los ministerios más apetecibles por los montos presupuestales que manejan y la discrecionalidad que hay en la adjudicación de obras, sobre todo en Provías.

Pero, por si acaso, esta historia de Silva y el MTC no ha terminado, al contrario, se inician las indagaciones e investigaciones por presuntos delitos de corrupción. Por lo pronto se tienen las pruebas que ha entregado Karelim López sobre el direccionamiento de licitaciones, las asiduas visitas de los sobrinos del presidente, haciendo de lobistas de prontuariados como Zamir Villaverde y hasta ofreciendo potrancas para vanagloriarse del poder que han ostentado.

El ministro defensor de los colectiveros e impulsor de la desestabilización de la reforma de transporte, astutamente renunció irrevocablemente al cargo en plena votación del Congreso de su censura, una situación singular que nos hubiera permitido identificar a los congresistas que protegían al alfil del gobierno.

Y ahora se sabe que en contraprestación de su genuflexión les habría favorecido a “los niños” –congresistas adocenados de AP–, adjudicando obras de licitación hasta por mil millones de soles teniendo de fachada a personas intrascendentes.

Como cereza de torta resalta “el baile del choreo” a ritmo de mariachis en las instalaciones del MTC, con Silva bailando a cuerpo de rey, tal vez recordando que sigue siendo el rey, mientras Castillo gobierne.