“Hay la intención subrepticia del gobierno de impresionar al país con un supuesto respaldo ‘militar’”.
“Hay la intención subrepticia del gobierno de impresionar al país con un supuesto respaldo ‘militar’”.

Ayer en la mañana sorprendió al país la presencia de un contingente importante de reservistas en la explanada del , ataviados con sus uniformes militares e inclusive se notaba que eran uniformes nuevos y ordenados de tal manera que había simetría para la foto, por los colores homogéneos de sus vestimentas, para parecer varios batallones acantonados.

Toda una puesta en escena que ha impactado en las noticias, sobre todo por los mensajes subliminales en torno a la presentación porque aparenta toda una fuerza paramilitar dispuesta a todo, supuestamente para defender al endeble gobierno de Castillo, que se cae a pedazos por las serias acusaciones de corrupción.

Analicemos los detalles porque ahí entra a tallar la suspicacia y la sospecha de la intención subrepticia del gobierno de impresionar al país con un supuesto respaldo “militar”. Para empezar, se supone que fueron convocados por el gobierno y que se desplegó toda la parafernalia requerida con recursos del erario; sería una buena pregunta para el premier Torres, para que pueda informar estos detalles.

El objetivo de intimidar al país y el mensaje subliminal parecería que se ha logrado porque inclusive se percibiría la intencionalidad de decirle a la ciudadanía que él tiene organizaciones paramilitares para defender su gobierno y que están prestos a movilizarse.

¿Querrá el presidente una salida violenta a esta crisis que él nos ha llevado?, ¿estará buscando enfrentarnos entre peruanos?, o ¿solo es la muestra de los miedos de Palacio para buscar protección ante las evidencias de los actos de corrupción, que decantaría en la destitución del presidente?

El discurso que expresó en ese momento ante los reservistas respondería que sí a todas estas preguntas; porque se dedicó a victimizarse y acusar a los supuestos poderes fácticos que pretenden destituirlo, además de toda la cháchara que nos tiene acostumbrado para polarizar y dividir.