A protester holds a portrait of Mahsa Amini  during a demonstration in support of Amini, a young Iranian woman who died after being arrested in Tehran by the Islamic Republic's morality police, on Istiklal avenue in Istanbul on September 20, 2022. - Amini, 22, was on a visit with her family to the Iranian capital when she was detained on September 13 by the police unit responsible for enforcing Iran's strict dress code for women, including the wearing of the headscarf in public. She was declared dead on September 16 by state television after having spent three days in a coma. (Photo by OZAN KOSE / AFP)
A protester holds a portrait of Mahsa Amini during a demonstration in support of Amini, a young Iranian woman who died after being arrested in Tehran by the Islamic Republic's morality police, on Istiklal avenue in Istanbul on September 20, 2022. - Amini, 22, was on a visit with her family to the Iranian capital when she was detained on September 13 by the police unit responsible for enforcing Iran's strict dress code for women, including the wearing of the headscarf in public. She was declared dead on September 16 by state television after having spent three days in a coma. (Photo by OZAN KOSE / AFP)

“Woman! Life! Freedom!” Es el grito de protesta que se ha escuchado alrededor del mundo que se inició por la muerte Mahsa Amini, de 22 años, en manos de la policía moral de Irán, al ser castigada por tener mal puesto velo obligatorio de las mujeres. La tortura a la que fue sometida la joven y su posterior muerte desató una ola impresionante de protestas en contra del régimen dictatorial presidido por Ebrahim Raisi bajo el mando del líder supremo Ali Khamenei, quien tomó el poder en 1989 tras la muerte de Ruhollah Jomeini, líder de la revolución islámica que tomó el poder en 1979, tras el derrocamiento de la monarquía absoluta del sah Mohammad Reza Pahleví. Desde entonces se impone a las mujeres el uso del velo obligatorio y la ley la dicta el Corán.

A protester holds a portrait of Mahsa Amini during a demonstration in her support in front of the Iranian embassy in Brussels on September 23, 2022, following the death of an Iranian woman after her arrest by the country's morality police in Tehran. - Mahsa Amini, 22, was on a visit with her family to the Iranian capital Tehran, when she was detained on September 13, 2022, by the police unit responsible for enforcing Iran's strict dress code for women, including the wearing of the headscarf in public. She was declared dead on September 16, 2022 by state television after having spent three days in a coma. (Photo by Kenzo TRIBOUILLARD / AFP)
A protester holds a portrait of Mahsa Amini during a demonstration in her support in front of the Iranian embassy in Brussels on September 23, 2022, following the death of an Iranian woman after her arrest by the country's morality police in Tehran. - Mahsa Amini, 22, was on a visit with her family to the Iranian capital Tehran, when she was detained on September 13, 2022, by the police unit responsible for enforcing Iran's strict dress code for women, including the wearing of the headscarf in public. She was declared dead on September 16, 2022 by state television after having spent three days in a coma. (Photo by Kenzo TRIBOUILLARD / AFP)

El régimen islámico se ha caracterizado desde entonces por violar los derechos humanos, restringir la libertad de expresión, la libertad de culto, el derecho a la información, la represión de protestas pacíficas. Después de la muerte de la joven Mahsa Amini miles de manifestantes tomaron las calles de distintas ciudades de Irán. Las imágenes que dieron la vuelta al mundo fueron las de cientos de mujeres quitándose el velo para luego quemarlo en una pira, algo inconcebibles meses atrás. El régimen apagó el internet y empezó a reprimir a la población civil disparándoles directamente. Hay más de 50 muertos y cientos de heridos a raíz de esto. Existen más de 100 detenidos que no volverán a sus casas por ejercer su derecho a manifestarse. Han sido varias las manifestaciones pacíficas alrededor del mundo las que se han hecho a favor de quienes han tomado las calles en Irán. La protesta que inició en contra de la represión del régimen islámico a las mujeres ha escalado a una manifestación general en contra de la dictadura que tarde o temprano deberá caer para dar paso a una sociedad con libertad.

El régimen islámico ha sido, además de violador de derechos humanos, financista de acciones terroristas a nivel internacional y financista de otras dictaduras como Cuba, Venezuela o Nicaragua. Tal vez por ello políticos e intelectuales de cierto sector, muchos de ellos supuestos ‘defensores de los derechos humanos’, ‘feministas’ y ‘reserva moral del Perú’ han callado ante los abusos a las mujeres en Irán, como callaron ante la represión de Cuba, de Venezuela, de Nicaragua o la que los ronderos de Pedro Castillo aplican a algunas mujeres en nuestro país. Así como cierto partido político de ese sector propone como candidato a la alcaldía de Lima a un sujeto que tiene una denuncia por violencia doméstica y sexual por su propio hijo. A esos tipos ¿Realmente les importan los derechos humanos o solo el dinero de sus bolsillos?


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