“PPK ofreció para el bicentenario un ‘Perú, faro de civilización en el Pacífico y Sudamérica al que todos miren con admiración’”. (Foto: Andina)
“PPK ofreció para el bicentenario un ‘Perú, faro de civilización en el Pacífico y Sudamérica al que todos miren con admiración’”. (Foto: Andina)

En medio del caos de paros, corrupción, incremento de precios y deterioro, no solo de la economía, sino del mismísimo espíritu del país (ganarle a Paraguay o llegar al mundial alivia, pero no cura) se da la noticia de que después de 3 años Pedro Pablo Kuczynski (PPK) podrá salir de su casa. Pero eso no significa justicia, y no solo porque no se le haya levantado el impedimento de salida del país.

Han sido 3 años de encierro injustificado por el ensañamiento de un obsesivo que ha sido incapaz, en esos 3 años, de presentar acusación probada alguna. Después de finalizar un proceso para el cambio de detención domiciliaria por comparecencia PPK sale a la calle, aún con acusaciones pendientes y después del corte abrupto de un Gobierno que, si cumplía su periodo, hubiera podido llevar al país, no solo a una mejor situación económica, sino a una mejor educación, sistema de salud y bases para pasar del crecimiento al desarrollo.

Cuando asumió el mando, se comprometió a convertirnos en un país moderno, y que ello significaba que las desigualdades entre los más pobres y lo más ricos deben resolverse levantando el ingreso de los más pobres; un país sin discriminación; con respeto irrestricto a la dignidad de la mujer. Ofreció trabajar para que “las artes, la música fueran con el deporte y la educación cívica materia obligatoria y promovida por el Estado, así como las ciencias, las humanidades y el idioma extranjero”.

El congreso de Fuerza Popular, cuyo líder había sido indultado por este hombre brillante y compasivo, que como otros cometió errores, pero no crímenes, decidió que Vizcarra, con su cargamento de corrupción, era una mejor opción y se alió con él. Ya conocemos la historia e incluso así Vizcarra sigue libre y, además, pontificando.

Enfermo, aislado de su familia y muchos de sus amigos, han pasado 3 años que nunca podrá recuperar porque no hay forma de resarcir el daño que se le hizo e incluso continúa: sin sentencia, sus propiedades fueron incautadas y no solo se destruyeron, sino que lo dejaron sin ingresos para vivir.

Aun así, bienvenida sea la noticia.

PPK ofreció para el bicentenario un “Perú, faro de civilización en el Pacífico y Sudamérica al que todos miren con admiración”; y lo que tenemos es un Gobierno que, en lugar de escuelas, postas o puentes, cada día inaugura un nuevo escándalo de corrupción.


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