"La carta del defensor del Pueblo al presidente Castillo es clara: advierte que los funcionarios (ministros) nombrados incumplirían con las calificaciones mínimas para ejercer un cargo de tal importancia".  FOTO: JOEL ALONZO/GEC
"La carta del defensor del Pueblo al presidente Castillo es clara: advierte que los funcionarios (ministros) nombrados incumplirían con las calificaciones mínimas para ejercer un cargo de tal importancia". FOTO: JOEL ALONZO/GEC

La carta del defensor del Pueblo al presidente Castillo es clara: advierte que los funcionarios (ministros) nombrados incumplirían con las calificaciones mínimas para ejercer un cargo de tal importancia. Han sido identificados con defensa del terrorismo, misoginia, discriminación contra minorías, corrupción, falta de calificaciones, etc. Invoca al jefe de Estado a revisar la selección de este primer gabinete.

¿Peca de ingenuo el defensor al deslizar que puede tratarse de “errores de principiante” o advierte que es el principio del fin para la democracia? Si es lo segundo, está exigiendo una corrección, pues ve que con el gabinete de estreno no hay forma de sacar adelante al país ni cumplir las promesas de equidad, justicia, bienestar, honestidad y empleo. Además, al igual que hiciera García en arrebato populista, se propone la reducción de sueldos de ministros. Pocas explicaciones hay para que esto le sea aceptable a los afectados: uno, que los ministros tienen holgura económica y dan desinteresadamente su tiempo y trabajo sin pretender algo a cambio; dos, se reconoce que sus calificaciones no merecen un sueldo mayor; o tres, que poco importa el salario si hay mejores formas de obtener jugosos beneficios gracias al cargo, ergo, corrupción. Podemos descartar la primera razón, pues no vemos trayectorias ni fortunas que la sostengan. Eso nos pone en problemas: ¿qué nivel de funcionarios resolverán los problemas del país?, ¿quiénes negociarán con los más preparados y mejor remunerados profesionales que el sector privado está en capacidad de poner al frente?

Nombrar personas sin preparación y pagarles poco es consecuente; pero estúpido. El Perú merece los mejores y más probos profesionales; no gran parte de lo que tenemos ahora, que es congruente con el partido del presidente. ¿Nos conformamos o qué? Leamos la advertencia del defensor, que no es menor.

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