[Opinión] Pablo Vilcachagua: Curiosos vikingos

Hace poco un estudio determinó que los vikingos llegaron a América 471 años antes que el propio Cristóbal Colón, es decir aproximadamente hace mil años. ¿Cómo se supo? Se estudiaron ocho construcciones de madera levantados sobre un arroyo en el extremo norte de la isla canadiense de Terranova. El cruce trasatlántico, si bien resulta un hito para la humanidad, no llega a ser una sorpresa. La razón se sostiene en que es altamente conocido que los vikingos poseían grandes habilidades para la construcción de barcos y la navegación. Su curiosidad los llevó a salir de las regiones escandinavas en busca de nuevos mundos.

El hallazgo, publicado en la revista Nature, me trajo inmediatamente a la mente la serie irlandesa Vikingos (Vikings), que se puede encontrar en Netflix, Prime y otras plataformas de streaming. Producida en 2013 para History Channel, narra las aventuras de Ragnar Lothbrok (Travis Fimmel), sus hermanos vikingos y el resto de su familia. El protagonista, un granjero con alma de guerrero y conquistador, se rebela para convertirse en el rey de las tribus vikingas. Logra conseguirlo, y pronto le vendrán mayores deseos de conocer y conquistar nuevas tierras.

Quizás lo más llamativo de la serie, que no deja de ser ficción, es que nospresenta a una cultura salvaje y que mira a la muerte sin miedo. Los vikingos son una sociedad libre, que busca y hace lo que mejor le parezca y su destino está apenas marcado por la decisión de sus dioses. Poseen un código moral que les permite tener varias parejas, tener relaciones sin tabúes y celebrar fiestas desenfrenadas. Las mujeres, más allá de ser procreadoras, también son capaces de asumir liderazgos. Asimismo, casi a la mitad de sus seis temporadas los personajes van reflexionando sobre sus creencias, la necesidad de apertura hacia otras culturas y analizando sus propios comportamientos. La religión, que parece inquebrantable, empieza a ser cuestionada.

Estamos frente a una serie honesta que narra sus episodios de forma veloz y lineal. No es pretensiosa, pero ofrece giros salvajes de guion en cantidades suficientes para que el espectador pueda sentirse satisfecho. Lo sobrenatural está presentes en muchos momentos; sin embargo, no logra roles protagónicos. Un punto a aparte son los paisajes mostrados. Se tratan de bellos escenarios escandinavos, que ayudan al espectador a adentrarse en la serie.

A lo largo de sus seis temporadas la serie obtuvo buenas críticas y si bien su desenlace en 2020 no fue el más celebrado, si resulta indispensable para los amantes de la historia, sobre todo porque vemos a una civilización curiosa, que siempre vio al mar como un camino y no como una frontera.

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