(Foto: Mario Zapata Nieto / @photo.gec)
(Foto: Mario Zapata Nieto / @photo.gec)

Al presidente el puesto le queda muy grande. Su excanciller, ex guerrillero, no espera siquiera que su salida se enfríe y lo “echa” afirmando, con pasmoso cuajo, que la mitad de su gabinete responde a “pago de favores” y compromisos partidarios. Ante la crítica ensordecedora del silencio del presidente y su negativa a responder preguntas de los reporteros, a quienes encierran con rejas y sogas cada vez que el jefe de Estado sale de Palacio, decide dirigirse al país con un mensaje a la nación de seis minutos desde el ostentoso salón dorado, y las expectativa de sus anuncios se desvanecen en el instante en que los pronuncia, por lo irrelevantes dentro de la realidad y el contexto que atraviesa el Perú, con una crisis de gabinete interminable, poca evidencia de reactivación económica y mensajes contradictorios de los propios protagonistas del Ejecutivo.

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Aquí parece no haber “cerezas de torta”, toda la torta es una cereza, teniendo en cuenta que cada vez más expresiones y visitas, que nadie saben por qué se dan, a su cuestionado primer ministro, nos llevan inexorablemente a Movadef, brazo político de Sendero Luminoso. Parece que todos los caminos de algunos ministros nos llevan al mismo punto, presuntos vínculos con grupos terroristas. El Movadef, se ha dicho hasta el cansancio, fue creado con la especifica misión (2010) de lograr la amnistía de los cabecillas de Sendero Luminoso, empezando por la de Abimael Guzmán y Elena Iparraguirre. Queda claro que la estrategia del más sanguinario de los grupos terroristas que azotó el Perú tras su fracaso militar, ha implicado un viraje en su lucha política, que usa la democracia pero no cree en ella. Definitivamente Movadef, Conare y otros, varían en su accionar pero no en su pensamiento, que es conocido como “pensamiento Gonzalo”, suscrito por el propio Bellido en su cuenta de Facebook, en una interpretación del propio Guzmán sobre José Carlos Mariátegui. Para que no queden dudas, el propio Bellido publicó una foto en redes (hace una década) posando al lado de una exposición (Yuyanapaq) en el Museo de Cultura, donde se ve a Sendero y a su cabecilla, Abimael, en primer plano. Si Pedro Castillo no hace algo decisivo para desligarse de todo lo que apesta a Sendero en su gabinete, y pronto, será devorado por sus peores pesadillas y el país también.

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