[Opinión] Mónica Delta: ¡Chau Pedro!
[Opinión] Mónica Delta: ¡Chau Pedro!

No sorprende que el “mandamás” de Perú Libre, Vladimir Cerrón, le haya pedido a Pedro Castillo su renuncia al partido. Es evidente que ya se le convirtió en un lastre para enfrentar las próximas elecciones regionales y municipales, además de que ya no le resulta utilitario para sus fines canallescos. Lo que sí es un chiste es que argumente la falta de deslinde del actual presidente con la corrupción, un sentenciado por corrupción. Son las cosas bizarras que pasan en el Perú de hoy. En realidad, el desbande en la bancada de PL estaba cantado desde el primer día con la facción “magisterial”, que tenía, junto con Castillo, el sueño del partido propio.

Perú libre usó a Castillo, pero no contó con que este profesor rural, con poca facilidad para estructurar y expresar ideas, ganase las elecciones y eso solo ocurrió porque su adversaria fue Keiko Fujimori. El sindicalista Pedro Castillo quería entrar en las ligas electorales nacionales desde el 2017 y se encontró con Palacio de Gobierno. Por esa improvisación, carente de lo elemental, que es saber a donde ir, y por la gente que quiso que lo acompañe, varios aprendices de corruptos y hoy prófugos, estamos en está permanente crisis.

La pregunta es si con la salida de Castillo de la militancia de PL, este remanente de bancada inclinaría la balanza de una eventual vacancia o seguirán apoyándolo para mantenerlo precariamente en el sillón de la casa de gobierno. Cerrón medirá el peso de sostenerlo o no, pero lo más probable es que lo suelte al abismo en algún momento. Al fin y al cabo, no es lejano pensar que en el fondo lo desprecia, porque también lo cree incapaz de hacer “esa revolución” con la que sueña el sentenciado desde sus años mozos en la Cuba de Castro. Y, sobre todo, para las elecciones necesita sus banderas radicales despegándose de la desastrosa gestión de su otrora candidato.

TAGS RELACIONADOS