[Opinión] Mónica Delta: ¡Batacazos mundialistas!
[Opinión] Mónica Delta: ¡Batacazos mundialistas!

Las sorpresas futboleras en Qatar, quién lo duda, cambian los temas de sobremesa, y también la tónica de los debates sobre agitaciones políticas. Pedro Castillo y compañía deben agradecer esta semana pues le ha sido propicia para “rellenar” su balón de oxígeno, aunque no necesariamente por los goles contra los favoritos, Argentina y Alemania, sino por la visita de la misión de alto nivel de la OEA y un fallo del Tribunal Constitucional a su favor sobre la endeble denuncia de traición a la patria, que, aunque era previsible, jurídicamente esperable, se convirtió en una victoria institucional que usará el gobierno en lo inmediato. En el mediano plazo, la decisión del TC puede ser un mensaje claro para los cancilleres visitantes en el sentido de que la “cantaleta” sobre intenciones golpistas contra Castillo y una persecución de los demás poderes contra su gobierno es parte de una película de ficción en la que los protagonistas (incluidos malos y corruptos) se victimizan para lograr respaldos nacionales e internacionales. Sumado a esto, la torpeza congresal de no autorizar un viaje a México de Castillo para recibir la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico que le tocaba a nuestro país le dio el espacio a un cazurro político, como es Manuel López Obrador, de apapachar a Pedro Castillo, asegurándose que, como no puede viajar, ellos vendrán. Mi interpretación es que no sería por “amor al chancho…”, sino porque le resulta utilitario salvar a un gobernante débil que deberá el favor para los fines que convengan en la dirección ideológica que hoy tiene América Latina. Real politik, le dicen. Mientras tanto, tenemos prácticamente el año volteado, nada se ha resuelto. Solo se han enfriado, coyunturalmente, las confrontaciones entre los voceros del gabinete y del Legislativo. La gente está en la Copa del Mundo y en la Navidad, harta del sube y baja emocional, la incertidumbre, y la verborrea politiquera, que lo único que busca es ahondar las divisiones para seguir sacando partido y seguir sobreviviendo. Y, sobre todo, dentro del poder.