[Opinión] Martín Naranjo: Lunes 7 de junio
[Opinión] Martín Naranjo: Lunes 7 de junio

Cuando se publique esta nota, será lunes 7 de junio y ya habremos votado. Como en comicios anteriores, todavía será muy pronto para conocer un resultado definitivo y habrá que esperar por los conteos oficiales. El escenario que más preocupa es aquel en el que la polarización que experimentamos durante la campaña electoral siga afectando las relaciones entre peruanos, los agentes económicos y, especialmente, entre poderes del Estado.

Sin embargo, lo más alentador es que ambos candidatos han jurado una proclama ciudadana por la que se han comprometido, entre otras cosas, a respetar el Estado de derecho y la Constitución vigente, a garantizar los derechos humanos, a respetar y proteger la independencia y la separación de poderes, y a respetar, estimular y defender decididamente la libertad de expresión y de prensa. Es decir, ambos candidatos han jurado mantener la institucionalidad democrática, lo que debería ser suficiente garantía de que harán sus mayores esfuerzos por recuperar la unidad y la paz entre peruanos. No cabe duda de que, para asegurar la estabilidad y la confianza, es fundamental que se mantengan los principios, las libertades, los deberes y los derechos de todo régimen democrático.

Ambos candidatos han jurado también priorizar la lucha contra la pandemia. Para ambos, es claro que el primer paso para reactivar la economía es controlar el tema sanitario. Se necesita que el Perú acelere su proceso de vacunación, planifique y se prepare para lo que pueda venir. En ambos casos, existe también una clara intención de llegar con mejor infraestructura y mejores servicios a nuestros compatriotas más vulnerables.

Asimismo, la reactivación también requiere fortalecer la confianza de todos los actores para impulsar la inversión privada y generar empleo de calidad. Impulsar la inversión privada requiere de reglas claras, baja incertidumbre en el manejo económico, además de la propia estabilidad política. La sostenibilidad fiscal y el manejo macroeconómico responsable son igualmente fundamentales.

Claramente, todavía queda mucho por hacer y mucho por mejorar. Nadie nos ha regalado lo avanzado. Nadie nos ha regalado la estabilidad, ni la paz, ni la democracia, ni la libertad. Han costado demasiadas vidas, grandes esfuerzos y tremendas agonías. Estaremos siempre obligados a poner todo el corazón, toda el alma y toda la voluntad para mantenernos unidos y mantenerlas vigentes.

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