(Foto: GEC)
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¿Qué pasa cuando los que nos representan no tienen las capacidades mínimas para hacerlo? Alguien decía alguna vez: “El infierno está hecho de buenas intenciones”, refiriéndose a que todos podemos tener la mejor intención en algo, pero si no tenemos las herramientas, capacidades, experiencia en un campo y solo tenemos la teoría y no la cancha, nuestro aporte sería tenue, o quizás nulo.

En nuestro país tenemos representantes no solo sin estudios y experiencia, por lo que se convierten en practicantes con sueldos (dinero de los contribuyentes) de grandes funcionarios. También se ha escuchado que el presidente de la República no cobrará, lo cual es preocupante, ya que nadie vive del aire y, por otro lado, necesitamos que esté concentrado en la gestión del país. Pero al no cobrar el sueldo de presidente, ¿estará acaso trabajando en otra cosa a la vez?, porque para vivir en un Palacio, tener a hijos estudiando, entre otros gastos familiares, ¿cómo los solventará?

No tiene nada de malo cobrar lo justo mientras se tenga la capacidad para poder responder a lo que se recibirá. El país no quiere que los servidores públicos nos hagan “el favor”, el país quiere que quienes estén sentados en las oficinas, llámese Palacio, Parlamento, municipio, entre otras, estén gestionando de la mejor manera nuestra economía, nuestra seguridad, nuestro sistema de salud y/o lo que les corresponda.

El solo hecho de ser parte del gobierno de un país es un privilegio, el sueldo mayor o menor va bien en la medida que quienes ejerzan cargos públicos tengan noción, vocación y convicción, tal cual un militar, abocado a defender con las armas el territorio de su país, un gobernante de un país está abocado a defender con el expertise e intelecto el desarrollo y el bienestar de su país, puesto que no se trata de empresarios en la búsqueda de maximizar utilidades, ni generar mayor rentabilidad para sus arcas.

Se trata de servidores públicos, servidores de la voluntad del pueblo, los ojos y oídos de una nación; son los que tienen que poner sus estudios, experiencia y pasión al servicio de su país.

Entonces, es importante recordar que no nos tienen que hacer un favor solo tienen que gestionar poniendo lo máximo de sí y cobrar lo que corresponda, porque nadie vive del aire, a menos que quien gobierne cuente a la fecha con generosas utilidades o herencias millonarias. Esa ya sería otra historia; en caso contrario, no tiene sentido.

Nos vemos en @lizreyesprosperos.


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