“Coincido con el ministro Kurt Burneo respecto a la enorme preocupación que manifestó sobre el desequilibrio fiscal que generarán los miembros de la Comisión de Presupuesto si se les permite manosear el erario”. (Foto: GEC)
“Coincido con el ministro Kurt Burneo respecto a la enorme preocupación que manifestó sobre el desequilibrio fiscal que generarán los miembros de la Comisión de Presupuesto si se les permite manosear el erario”. (Foto: GEC)

Coincido con el ministro Kurt Burneo respecto a la enorme preocupación que manifestó sobre el desequilibrio fiscal que generarán los miembros de la Comisión de Presupuesto si se les permite manosear el erario. Si eso ocurriese y se saliese de control (que es lo más probable), esos congresistas –y el Tribunal Constitucional que abrió la caja de Pandora– serán los responsables de la erosión de nuestra estabilidad macroeconómica.

La situación preocupa porque está en riesgo la Reserva de Contingencia; que contiene los recursos del país para atender emergencias repentinas, como desastres naturales. En la actualidad, esta asciende a S/8,582 millones, que es muy inferior a los S/22,705 millones que tuvimos para responder a la pandemia en 2019 (MEF). Ahora, que los responsables de atender la crisis sanitaria hayan sido unos completos inútiles, es otra discusión.

Por ello, me gustaría preguntarle al congresista José Luna lo siguiente: ¿Es usted consciente de que en 2023 necesitaremos abundantes recursos fiscales, porque el mundo sufrirá una recesión de una magnitud no vista en décadas? ¿Con qué atenderemos la escasez de alimentos que viviremos entre marzo y julio, gracias a una siembra 20% inferior al promedio de los últimos cinco años (MIDAGRI)? ¿Y si ocurre un terremoto, con qué reconstruiremos?

Estas son interrogantes que parecen apocalípticas pero –basadas en el sentido común más básico y elemental– tienen una probabilidad de ocurrencia bastante mayor a la que todos desearíamos. Por eso, creo que en esta situación nuestras autoridades harían muy bien en pensar y aplicar un poco de sabiduría popular: guardar pan para mayo. Lamentablemente, en estos tiempos, el “sentido común” es lo menos común que existe.