La otra “masa crítica” del ocupante de Palacio es “convocar” a licenciados de las FF.AA., a quienes engaña vilmente, firmando documentos que no darán los beneficios que anhelan, señala el columnista.
La otra “masa crítica” del ocupante de Palacio es “convocar” a licenciados de las FF.AA., a quienes engaña vilmente, firmando documentos que no darán los beneficios que anhelan, señala el columnista.

No cabe duda de que Pedro Castillo está decidido a tomar el control del país, aunque tuviera que ser fuera de los alcances de la democracia en el ámbito interno, y con la ayuda de la “caballería” internacional (OEA), en el ámbito externo, si fuera necesario. En las últimas semanas, Castillo anda de pataleta en pataleta debido a la denuncia constitucional presentada por la valiente fiscal de la Nación, Patricia Benavides, y el “descubrimiento” que el equipo especial de expertos policías lo habría infiltrado en sus propias narices, con Beder Camacho, quien hoy, después de tanto negar, terminó aceptando que tiene evidencia comprometedora contra don Pedro.

En una rápida revisión de documentos de Sendero Luminoso y del fallecido cabecilla terrorista Abimael Guzmán, encontramos que en 1988 escribía “línea de masas”, que en el punto “2. Lo principal del trabajo de masas es el poder” dice: “Organizar a las masas para que vayan más allá de lo que permite el ordenamiento legal existente, que luchen por destruir el viejo orden y no para mantenerlo”. Cualquier parecido con la realidad no es coincidencia.

Excarcelados de Sendero Luminoso y el MRTA que merodean y se regodean en los predios del poder han volcado toda su “expertise” organizando “masas”, convirtiéndose ilegalmente en sindicato, tomando por asalto la Derrama Magisterial, metiendo sus sucias manos en el currículo de nuestros hijos. Igual han hecho con los ronderos, a quienes pretenden enardecer con discursos trasnochados, pero que hoy vemos que no tienen relevancia alguna.

La otra “masa crítica” del ocupante de Palacio es “convocar” a licenciados de las FF.AA., a quienes engaña vilmente, firmando documentos que no darán los beneficios que anhelan, quienes han sido manejados por un sujeto sentenciado por delitos graves como es Willy Montoya, y que se ha prestado al engaño solo por prebendas y una cuota de poder. El grueso de reservistas patriotas no apoya a Castillo ni a Antauro Humala. El manejo de estos grupos es, hoy por hoy, una simplona estrategia de “masas”, quienes tarde o temprano terminarán por abandonarlo.

Estamos entrando en la “tormenta perfecta” del final de este gobierno, que se resiste a dejar el poder, usando todo lo que tiene a la mano, incluyendo a su amigo Luis Almagro de la OEA. No escatimarán nada para aferrarse con uñas y dientes. Por eso debemos estar preparados para el llamado ciudadano a volver a tomar las calles para recuperar la democracia, sin temores, con convicción de que hoy es la hora del Perú, es la hora de vencer a los dinosaurios del social comunismo internacional. ¡Sí se puede!