“El gobierno de Dina Boluarte, de quien estamos en las antípodas ideológicas y políticas, deberá restablecer el orden interno y el principio de autoridad, fortaleciendo las FF.AA. y PNP por el bien del país”. (Foto: GEC)
“El gobierno de Dina Boluarte, de quien estamos en las antípodas ideológicas y políticas, deberá restablecer el orden interno y el principio de autoridad, fortaleciendo las FF.AA. y PNP por el bien del país”. (Foto: GEC)

y el , la “dupla” asesina de los 80 y 90, están despertando del encierro en las cárceles y de su “ilusión” momentánea de presentarse ante el país como “políticos decentes” o “luchadores sociales” (con terno o sombrero incluido). En efecto, 13 mil terroristas fueron encarcelados en esas décadas, pero, con indultos amañados y el debilitamiento del sistema carcelario por gobiernos débiles, ideologizados y politizados, lograron que hoy solo queden 100 terroristas tras las rejas.

La pregunta entonces es esta: ¿dónde están los otros 12,900? ¿Estarán “rehabilitados” haciendo empresa o nuevos emprendimientos? Nada de eso. Están en las calles azuzando el levantamiento de la población con el “cuento” de que Pedro Castillo no estuvo en sus “cabales”, querer prontamente “nuevas elecciones”, pero la estrategia de fondo es su “nueva Constitución”. La estrategia de los terroristas ha sido develada. Lo lamentable de esto es la participación de gremios o gente de izquierda cegada por el odio que les genera la caída de su traidor y corrupto “jefe” Pedro Castillo (que jamás fue líder).

En las “luminosas trincheras de combate” (cárceles) jamás se “rehabilitó” algún terrorista; al contrario, sirvió para seguir ideologizándolos y politizándolos. ¿O ya hemos olvidado la “disciplina” enfermiza evidenciada en los videos de “marchas” coreográficas de terroristas uniformados? ¿O solo son un recuerdo las “correas de transmisión” conformadas por familiares y amigos, que en buena cuenta eran un sistema de comunicaciones de ambas organizaciones terroristas? Esa es la verdad.

Así, senderistas y emerretistas ya libres, no rehabilitados, ideologizados, politizados y creciendo “orgánicamente” (por medio de sus organismos generados y relacionados con otras organizaciones criminales y países con socialismo en desarrollo), deciden usar la democracia y los votos para tomar el poder, usando operadores funcionales como Pedro Castillo, al propio Vladimir Cerrón, al “martaco” asolapado Guillermo Bermejo, entre otros. Hoy, cuando pierden el poder, tanto por la arremetida ciudadana como por las tropelías de Pedro Castillo, recurren al único método para el que fueron entrenados: crear zozobra y temor en la población, es decir, hacer terrorismo. Están notificados, señores de Dircote, la PNP y las FF.AA.

El gobierno de Dina Boluarte, de quien estamos en las antípodas ideológicas y políticas, deberá restablecer el orden interno y el principio de autoridad, fortaleciendo las FF.AA. y PNP por el bien del país, y no “jugar” a evitar el “qué dirán” de las ONG u organismos internacionales progresistas, de quienes siempre dependen. De no hacerlo, los socialistas y comunistas de SL y el MRTA la rebasarán hasta obligarla a renunciar. A los ciudadanos nos toca invocar a los partidos y movimientos a hacer un solo frente democrático para combatir la mafia comunista, en la parte que nos toca: las urnas y los votos. ¡Sí se puede!