El país no merece ni este ni otro tipo de pseudopolíticos que usan sus cargos para traficar con la pobreza y enriquecerse, señala el columnista. (Foto: Congreso)
El país no merece ni este ni otro tipo de pseudopolíticos que usan sus cargos para traficar con la pobreza y enriquecerse, señala el columnista. (Foto: Congreso)

“Cuando me desespero recuerdo que a través del tiempo y de la historia, el amor y la verdad siempre han triunfado. Ha habido criminales que por un tiempo pueden parecer invencibles, pero al final, siempre caen”, Mahatma Gandhi

Certera reflexión del líder hindú, que debería hacer reflexionar a quienes usando el poder, cargos, puestos, dinero u opulencia, creen que sus crímenes pueden estar cubiertos siempre bajo el manto de la impunidad, del silencio cómplice o del olvido. En este caso, nos referimos al lenguaraz congresista Guillermo Bermejo, de quién se está revelando por este medio sus andanzas truculentas, o parafraseándolo, de sus “bermejadas democráticas”.

Toda la cháchara “socialistoide” aprehendida presuntamente en sus relaciones con el MRTA y su “mando político” ‘Roque’ (él sabe quién es), o con las FARC, o el “Foro de Sao Paulo”, su estadía en Venezuela, o con “revolucionarios” en Chile o Argentina, o en sus “diálogos” con el terrorista camarada ‘José’ en el VRAEM (lo conocemos muy bien), que introdujo en sectores populares y cocaleros, se va desmoronando, dejando atónito a un ‘che’ hoy en graves problemas en el Congreso y con la justicia.

No debemos olvidar a Guillermo Bermejo y su aparición en los videos de vigilancia de la Dircote, conspirando contra el país, seguimiento hecho por el equipo especial dirigido por un inteligente y curtido hombre de inteligencia, el coronel PNP Max Anhuamán Centeno, quien persigue por más de 20 años a terroristas nacionales e internacionales, y su posterior captura con elementos explosivos e inverosímiles excusas. El resultado de sus andanzas se entiende hoy con algaradas que promueven y que el país está sufriendo.

Bermejo ha tenido el cuajo de gritar a los cuatro vientos “¡persecución política!”, para tratar de salvar el poco de libertad que le queda (porque no tiene prestigio), queriendo convencer a la mayoría de peruanos que ha tenido una vida y trayectoria política “limpia”. Las fuertes versiones en proceso de confirmación de su relación con el narcotráfico a través de algunos campesinos cocaleros, son un asunto no resuelto que en cualquier momento terminará por sepultarlo.

Queremos entender a quienes, por la habilidad del sujeto de mostrar histrionismo y contar con datos o “razonamientos” políticamente “sublimes” para cambiar el país, hayan sido embaucados y votado por él en las elecciones. Por eso, les pedimos a los ciudadanos que confiaron en su palabra, que le pidan cuentas a cuanto lugar vaya.

Basta ya de traficar con las verdaderas necesidades de los ciudadanos para enriquecerse soterradamente en nombre de una supuesta “revolución”. Esperamos que el Poder Judicial haga su trabajo de manera célere. Basta ya de “bermejadas”, Bermejo.

El país no merece ni este ni otro tipo de pseudopolíticos que usan sus cargos para traficar con la pobreza y enriquecerse. A por ellos. ¡Sí se puede!