(Foto: IPE)
(Foto: IPE)

La reforma del sistema previsional peruano es una tarea de suma importancia que no debe ser postergada. Es momento de iniciar una discusión abierta que ponga al ciudadano al centro y que busque dos objetivos fundamentales: incrementar la cobertura y garantizar la sostenibilidad. La reforma debe tener una visión integral, y por ello es fundamental considerar tanto al sistema público como al privado.

Aunque las soluciones que se implementen deben ser diseñadas tomando en consideración las características particulares de nuestra demografía, macroeconomía y mercado laboral, acá propongo cuatro elementos que, a la luz de la experiencia internacional, deben ser tomados en cuenta.

Primero: el nivel de pensiones futuras siempre estará en función de nuestro ahorro actual pues, como reza un principio económico fundamental, no hay lonche gratis. Esto aplica tanto para el sistema público como para el privado. En el caso del primero, puede existir la expectativa de que los aportes individuales a la ONP sean complementados con recursos públicos para incrementar la pensión (como sucede hoy), pero la realidad es que, en el largo plazo, cualquier subsidio termina siendo cubierto con mayores impuestos que pagamos los ciudadanos. Por otro lado, en el sistema privado, aun cuando la rentabilidad de los fondos siga siendo la más alta del sistema financiero, las pensiones seguirán siendo bajas si el capital invertido es bajo, y este depende del nivel mensual de aportes que hagan los afiliados. Sin aportes no hay rentabilidad posible. Por ello, cualquier reforma que se plantee debe incluir incentivos y mecanismos para que todos destinemos mayores recursos para nuestra jubilación futura.

Segundo: los aportes previsionales deben ser obligatorios. Esto guarda vinculación con el punto anterior, y es oportuno mencionarlo porque algunos legisladores y líderes de opinión insisten con que los aportes deberían ser voluntarios, lo que es absurdo. De acuerdo con la OIT, el 95% de sistemas de pensiones en el mundo tienen aportes obligatorios. La razón es evidente: si no tenemos un acuerdo como sociedad respecto de la necesidad de ahorrar para la vejez, llegado el momento se generará una gran carga fiscal para atender a la población adulta mayor desprotegida. ¿Quién pagará esa cuenta sino nosotros mismos?

MIRA: [Opinión] Joaquín Rey: “Un mejor proceso para un mejor TC”

Tercero: si no incluimos a los informales e independientes, el sistema siempre estará muy limitado. En Perú, tres de cada cuatro trabajadores son informales, y muchos de los formales son independientes. Nuestro sistema –tanto la ONP como las AFP– solo cubre a esa pequeña fracción formal dependiente. Cualquier discusión que no considere al resto será poco relevante para la enorme mayoría de peruanos. Para incluirlos existen algunas ideas, como que el Estado brinde contribuciones proporcionales al aporte individual (conocidas en el mundo como “matching contributions”) para así brindar incentivos al ahorro. También podrían darse incentivos tributarios, como deducciones para los independientes formales que aporten a algún mecanismo de ahorro previsional.

Cuarto: es indispensable ampliar el pilar no contributivo. Todos los sistemas más sólidos del mundo cuentan con una primera capa que no está condicionada a los aportes individuales. En el caso peruano, Pensión 65 cubre solo a una quinta parte de los peruanos en edad de jubilación, y el monto otorgado (S/125 mensuales) no ha variado desde su creación hace 11 años. El número de beneficiarios debe ser ampliado, se debe mejorar la focalización y, en lugar de ofrecer un monto fijo a todos, la asignación debería depender de la situación de vulnerabilidad y de la ubicación geográfica, pues 125 soles no valen lo mismo en Lima que en Huancavelica.

Estos son solo algunos de los elementos que deben tomarse en consideración para el necesario debate de la reforma, que debe darse de manera abierta y convocando a todos los sectores de la sociedad. Nuestro futuro no merece menos.

*El autor es asesor externo de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones

VIDEO RECOMENDADO

Boluarte fue al foro económico de Davos a decir mentiras sobre la minería
La vicepresidenta Boluarte fue al Foro Económico Mundial (WEF) a dar un doble discurso y a decir mentiras sobre la minería formal.