(Foto: Congreso)
(Foto: Congreso)

Este lunes se presentó el panel independiente de expertos internacionales que seguirá la elección del nuevo Tribunal Constitucional. Una gran noticia. Significa que habrá más ojos sobre la actuación del Congreso, órgano encargado del nombramiento. El panel busca contribuir a que se designen magistrados y magistradas capacitadas, honestas e independientes. Es decir, que no se nos dé gato por liebre.

Para ello, dará opiniones y recomendaciones públicas basadas en las propias normas que rigen el procedimiento: la Constitución, los tratados de los que somos parte, las leyes y el reglamento dado por el Congreso. Incluso publicará una evaluación de los y las candidatas previo al voto del Pleno. Si bien nada de esto tiene carácter vinculante, la reputación y conocimiento del panel le dan el rol de un observador calificado y aconsejan tomarlo en serio.

La experiencia es aquí un hecho novedoso, pero constituye la mejor práctica internacional. Paneles de este tipo han estado presentes en la elección de altas cortes de otros países, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Corte Penal Internacional y, recientemente, la CIDH y la Corte IDH.

Integran el panel los juristas: Daniela Salazar (vicepresidenta de la Corte Constitucional de Ecuador), Carlos Ayala (expresidente de la CIDH), Eduardo Bertoni (ex relator para la libertad de expresión), Francisca Zapata (ex presidenta de la asociación de magistradas chilenas) y Eduardo Rodríguez Veltzé (expresidente de Bolivia y exmagistrado supremo). Fueron convocados a la tarea por instituciones internacionales plurales y prestigiosas como la Fundación para el Debido Proceso, IDEA, la Comisión Internacional de Juristas y el Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional (integrado, entre otros, por Domingo García Belaunde).

Esta iniciativa no debe ser vista con hostilidad por el Congreso, sino con interés. Se basa en los derechos a la transparencia, participación ciudadana y libertad de opinión. Puede ayudar a que se haga un mejor trabajo. Sea como fuere, la presencia del panel es motivo para alegrarse. Servirá de alarma para la ciudadanía en caso el procedimiento se desnaturalice.


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