[Opinión] Javier Alonso de Belaunde: La pendiente autoritaria
[Opinión] Javier Alonso de Belaunde: La pendiente autoritaria

En febrero de este año, el gobierno decretó un inconstitucional estado de emergencia en Lima y Callao por 45 días. Adujo que era necesario para luchar contra el crimen y el narcotráfico. En marzo, sin haber demostrado su utilidad, prorrogó la medida restrictiva de derechos por 45 días. Este lunes, al borde de la medianoche, le agregó una draconiana inmovilización total por 24 horas en ambas regiones. Estamos ante una peligrosa pendiente autoritaria.

El estado de emergencia es una herramienta excepcional que busca superar una situación de alteración extrema que ponga en riesgo la vida de la nación o la continuidad del Estado y que no puede ser resuelta de otra forma. El ámbito geográfico de la restricción debe limitarse estrictamente a las zonas comprometidas. No tiene carácter preventivo.

Si el gobierno realmente contaba con información de inteligencia de grupos que pretendían atentar contra la propiedad, vida o integridad, debió actuar sobre ellos. La restricción decretada es manifiestamente irrazonable y desproporcionada.

Todo hace indicar que, en realidad, se busca acallar posibles protestas ciudadanas. Una medida anti democrática y violatoria de derechos fundamentales. Ante la inestabilidad y los cuestionamientos generados por su propia ineptitud, el gobierno no puede recurrir a medidas de fuerza para tratar de afirmarse en el poder.

Lamentablemente, el Congreso viene brillando por su ausencia. El estado de emergencia de febrero nunca fue fiscalizado ni se determinaron las responsabilidades del caso. La labor de control político es de una mediocridad pocas veces vista. Muchos congresistas, si bien en una vereda ideológica opuesta, comparten la concepción autoritaria del ejercicio del poder.

Han hecho muy bien el Defensor del Pueblo y el alcalde de Lima al interponer sendas demandas de hábeas corpus. La justicia está llamada a limitar con claridad estos peligrosos excesos del Ejecutivo antes de que sigan progresando. Es necesaria una orden de no repetición.