[Opinión] Javier Alonso de Belaunde: Desconcertantes renuncias
[Opinión] Javier Alonso de Belaunde: Desconcertantes renuncias

Los espacios valiosos integrados por la sociedad civil no escapan a la precariedad institucional. Tres de los cinco integrantes del Tribunal de Honor del Jurado Nacional de Elecciones renunciaron el sábado. Con ello, la encomiable labor que venía cumpliendo quedó neutralizada a una semana de la segunda vuelta. Cuando uno repara en las razones de la dimisión, la sorpresa se torna en desconcierto.

El Tribunal estaba integrado por los destacados Delia Revoredo, Gastón Soto, Carmen McEvoy, Susana Baca y Tarcila Rivera. Se constituyó como un órgano encargado de velar por el cumplimiento del Pacto Ético Electoral. Este acuerdo suscrito por los partidos políticos contiene compromisos de tolerancia, respeto, pluralismo, igualdad, información y responsabilidad. Es decir, busca que la competencia electoral no se desborde y se conduzca dentro de mínimos democráticos. A la luz de nuestro polarizado presente, es claro que el Tribunal tenía una misión muy difícil.

No obstante, había logrado con brillo que su voz sensata se escuchara. Prueba de ello son sus más de 20 comunicados, exhortaciones y resoluciones emitidas desde febrero. Y es que, por más que la ambición desmedida de políticos y partidos arrastre el nivel del debate al fondo, sigue existiendo un valor en llamar discriminación a la discriminación, violencia a la violencia y desinformación a la desinformación. Sus últimos pronunciamientos instaban a los medios de comunicación a una cobertura equitativa, neutral e imparcial y condenaban la violencia en el Vraem, solidarizándose con las víctimas.

Revoredo, Soto y McEvoy han expuesto como motivo de sus renuncias las dilaciones del área de comunicaciones del JNE en publicitar sus pronunciamientos. En el momento electoral en el que nos encontramos y ante la insidiosa campaña de desprestigio que enfrentan los órganos del sistema electoral, es una lástima que la queja legítima no haya encontrado un cauce menos drástico de solución.

El compromiso 13 del Pacto Ético Electoral llama a aceptar los resultados de las elecciones, y los compromisos 1 y 6 a ser responsables y evitar la violencia. Ojalá no extrañemos la voz del Tribunal de Honor.

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