“Si necesitamos inversiones, hagamos que éstas sean posibles. No basta con tener recursos valiosos en nuestro territorio, si no generamos las condiciones para su aprovechamiento”.
“Si necesitamos inversiones, hagamos que éstas sean posibles. No basta con tener recursos valiosos en nuestro territorio, si no generamos las condiciones para su aprovechamiento”.

Por Jaime Polar Paredes, gerente general de Summa Gold Corporation

Una inversión formal trae siempre un impacto inmediato y positivo en la economía y en la gente. Pero además de ello, permite generar oportunidades para el futuro. Por ello, resulta preocupante que en un país minero como el Perú, las inversiones en esta industria apenas hayan alcanzado los $835 millones en el trimestre del año: 19.3% por debajo de lo que se alcanzó en el mismo periodo de 2022.

En línea con lo señalado líneas arriba, esta situación reduce las oportunidades de generar comercio en localidades lejanas del país (donde se ubican las minas) y de crear más empleo. Y más aún, pone en riesgo el futuro de la minería peruana en nuestro país. Sin inversión en exploración y nuevos proyectos, no lograremos la puesta en valor de todos esos recursos que yacen en el subsuelo.

Hay una afectación, desde luego, generada por los fenómenos naturales que han golpeado al país a inicios del año, así como un factor político-social que ha sido recurrente en los últimos años. Pero a ello se suma también el exceso de permisos y plazos para revisar proyectos de inversión privada, que depende de la capacidad técnica y administrativa del Estado.

No se trata de ser menos exigentes en los estándares de calidad de un proyecto, sino en tener un óptimo proceso administrativo para la revisión efectiva de los mismos. Por ejemplo, resulta inaudito que para obtener un permiso de exploración minera, una actividad que no implica impactos nocivos para el medio ambiente, haya demoras de hasta dos años, cuando en otros países mineros estas autorizaciones demoran incluso semanas. Solo en este ejemplo, ya tenemos una causante de la pérdida continua de competitividad que afronta el país.

Si necesitamos inversiones, hagamos que éstas sean posibles. No basta con tener recursos valiosos en nuestro territorio, si no generamos las condiciones para su aprovechamiento. Por ello, resulta valioso y muy oportuno que el MEF haya anunciado en el último mes que viene definiendo una ruta de trabajo para reducir la “permisología” que afecta la inversión minera. Ello acompañado de otras normas que buscan mejorar los plazos y procesos en proyectos de Asociación Público Privadas (APP), por ejemplo. Pues incluso para el desarrollo de proyectos de beneficio público hay grandes barreras que retrasan su ejecución.

Con normas claras y efectivas, eficiencia y capacidad técnica por parte de los funcionarios del Estado, y sobre todo una política clara de apoyo a las inversiones, generamos mejores condiciones de trabajo para la gente hoy. Y más aún, permitiremos un futuro mejor para nuestras actividades productivas.

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