“Es importante que las autoridades del Estado, empresas y comunidades mantengan espacios de diálogo y unan esfuerzos para sacar adelante estos proyectos”.  (Foto: iStock)
“Es importante que las autoridades del Estado, empresas y comunidades mantengan espacios de diálogo y unan esfuerzos para sacar adelante estos proyectos”. (Foto: iStock)

Por Jaime Polar Paredes, gerente general de Summa Gold Corporation

La producción minera nacional cuenta con una notable participación de las regiones del centro y sur, que destacan por sus recursos de cobre. La zona norte, en tanto, destaca más por su producción en oro, pero esta ha disminuido considerablemente en la última década, pasando de más de 161 millones de gramos finos en 2012 a tan solo 96.7 millones en 2022 (solo considerando la producción formal).

Esta caída responde a la falta de promoción de la industria, pese a su alto potencial de desarrollo. Precisamente esta semana, Trujillo (ciudad emblemática de la macrorregión norte) ha sido la sede de la décimo cuarta edición del Congreso Nacional de Minería (Conamin), organizado por el Colegio de Ingenieros del Perú. Ahí, junto a autoridades de gobierno central, regiones, provincias y distritos mineros, acompañados de profesionales y especialistas del sector y la participación de empresas mineras, hemos discutido y analizado alternativas para poner en valor ese potencial minero y para que su desarrollo tenga un impacto positivo en el progreso de estas regiones.

El valor de la cartera de inversión minera en las regiones del Norte asciende a más de $23,900 millones. Entre los mismos, destacan proyectos de cobre como La Granja, El Galeno, Yanacocha Sulfuros y Michiquillay en Cajamarca; Río Blanco en Piura; La Arena II en La Libertad; y Cañariaco en Lambayeque. Y en oro, el metal de tradición norteña, tenemos Conga y Reposición Tantahuatay en Cajamarca; y Ampliación Santa María en La Libertad.

Estos proyectos representarían una importante participación de nuestras regiones norteñas en el mercado global del cobre: un mineral con alta demanda y cotización internacional, que juega un rol trascendental en el desarrollo tecnológico y la electrificación. Es además un estímulo para la dinámica económica y comercial de las regiones, que va desde la construcción de estas nuevas operaciones mineras, contratación de personal, solicitudes de servicios diversos por parte de las minas, transporte del mineral, servicios portuarios, entre otros aspectos.

Es importante que las autoridades del Estado, empresas y comunidades mantengan espacios de diálogo y unan esfuerzos para sacar adelante estos proyectos. Algunos de ellos se encuentran paralizados por la conflictividad social, una barrera que solo vamos a superar con diálogo y entendimiento. Asimismo, es indispensable una política de respaldo a las inversiones, que genere confianza y estabilidad: aspectos que se han visto muy afectados por los continuos escenarios de crisis en la política nacional.

TAGS RELACIONADOS