[OPINIÓN] Iván Arenas: Los rostros del “Estado neoliberal”
[OPINIÓN] Iván Arenas: Los rostros del “Estado neoliberal”

Estimado lector, no obstante que en la izquierda es un lugar común decir que el “Estado neoliberal ha colapsado o fracasado en todas las líneas”, en esta ocasión nos referiremos de manera exclusiva a los rostros que representarían a este “Estado neoliberal” y a los que la ciudadanía identificaría de manera rápida: los profesores, los médicos y los policías. ¿Cómo así? Lo explico a continuación.

En la percepción del ciudadano común y silvestre, el Estado tiene una rápida representación en algunos servicios básicos como en la salud, la educación y la seguridad. En todo caso allí están las encuestas que refrendan todo lo anterior. Ahora bien, y esto es absolutamente cierto, es un hecho que la actual estructura del Estado, amén de su ineficiencia y burocratismo salvaje, es un paquidermo que cobra impuestos y no mejora o cubre servicios básicos ni cierra brechas históricas.

El éxito de la izquierda, entonces, está en que ha logrado construir la idea en una gran parte de la ciudadanía que este Estado es el resultado del modelo económico neoliberal. Asociar semejante relación ha sido un éxito discursivo sin precedentes. Frente al “Estado neoliberal”, un cambio y una nueva constitución.

Sin embargo, como decíamos líneas arriba, el Estado sí ha fracasado. Pero no necesariamente el “Estado neoliberal”, como indica la zurda, sino el Estado de la extrema regulación, la inseguridad, la tramitología, la calidad de los servicios públicos y la ineficiencia del gasto público en obras concretas.

Ahora bien, como dijimos líneas arriba también, la ciudadanía en general sí está cansada de algunos servicios deficientes que este “Estado neoliberal”, en lenguaje de la izquierda, otorga. Los dirigentes gremiales de transportistas en Puno decían que estaban a favor del paro (de enero último) porque estaban cansados de las coimas que realizan algunos malos efectivos policiales. Dirigentes de las asociaciones de padres de familia de Cusco y Junín indicaban que ya no iban a aceptar a “profesores de miércoles” (en referencia a que solo trabajan de lunes a miércoles) y por eso estaban a favor del paro contra “Dina asesina”. Asimismo, comuneros de Apurímac indicaban que “estaban hartos” de que los médicos que iban a sus comunidades solo “nos den paracetamol”.

Lo que quiero decir, estimado lector, es que si no hay una profunda reforma de todo el aparato estatal, la democracia no sobrevivirá. La izquierda ha sabido asociar las deficiencias del Estado con un supuesto “modelo neoliberal”; sin embargo, ha sido el Sutep maoísta el que ha privado de excelencia y competitividad a la educación pública.