Aeropuerto de Chinchero. (Foto: MTC)
Aeropuerto de Chinchero. (Foto: MTC)

Por Guido Núñez del Prado /Piloto comercial cusqueño

Personalmente, he conversado con pilotos y operadores de aviación y ellos no han cambiado de opinión. Los burócratas del MTC, al igual que los contratistas coreanos, saben bien de la necesidad de validar el procedimiento para el despegue con un motor fallido (engine failure), pero parece que nos quieren hacer creer que las autorizaciones para construir el aeropuerto el año 2016 están vigentes.

Cuando el MTC contrató con el consorcio coreano la asistencia técnica para la ejecución del proyecto del aeropuerto, se precisó claramente lo siguiente: se requiere la validación de los procedimientos de vuelo del aeropuerto internacional de Chinchero.

Parecería obvio que el sentido común hubiera prevalecido. “Que la validación era necesaria antes de dar conformidad”, pero no fue así.

El documento presentado por el consorcio coreano no cumple con el requerimiento de validar los procedimientos de vuelo del aeropuerto internacional de Chinchero; sin embargo, el ingeniero Ricardo J. Mariño Uribe, planificador aeroportuario -MTC- Dirección General de Aeronáutica Civil, le da conformidad.

Es obligación de los organismos del Estado averiguar quién o quiénes están detrás del ingeniero Mariño. ¿Qué pasa con la Contraloría que deja que nos metan un gol olímpico de nuevo? ¿Quién en su sana idea otorgaría conformidad a un proyecto que incumple un requisito indispensable con el Estado y ese requerimiento es la validación de los procedimientos de vuelo del aeropuerto internacional de Chinchero?

Otras razones de inviabilidad

Una indagación realizada por la Cámara de Diputados en abril de 1990 afirma en la página 198 de la misma que Aeroperú y Faucett se negarían a operar en Chinchero por “cuestiones económicas y técnicas”. En la misma página, la FAP declara que la “seguridad es totalmente inadecuada”.

MIRA: [Opinión] Guido Nuñez del Prado: El aeropuerto de Chinchero en debate - Parte I

Esta vez, el MTC y los lobistas de Chinchero han tenido el cuidado de no pedir la opinión de ninguna aerolínea, aun cuando la dirección de seguridad aeronáutica de la DGAC indica claramente que la viabilidad del diseño del procedimiento de salida RNP-AR pista 34 exija la participación de las aerolíneas usuarias. Nunca han respondido a las decenas de solicitudes formales, incluyendo las del Gobierno Regional de Cusco, que piden aclaraciones sobre las pruebas de motor y otras pruebas de seguridad relacionadas con el caso.

Por si acaso: en 1986, el ingeniero Ángel Bueno Galdo, decano del Departamento de Geología de la Universidad San Antonio de Abad de Cusco, publicó un estudio detallado del macizo de Chinchero, el que determinó que en una geología anterior en la zona había existido un lago profundo. Sus características de piedra caliza, sus sumideros, como los de Moray, hacen dramáticamente inadecuado su terreno para la construcción pesada, y especialmente para un aeropuerto de servicio pesado con cientos de toneladas golpeando sus suelos cada pocos minutos. El equipo de construcción coreano a cargo del proyecto está descubriendo lo mencionado de la manera más difícil.

Personalmente, yo vi a tres taladros de alta potencia trabajando en el sitio hace unos días. El agua será un gran problema para este proyecto, si continúa. Para los habitantes de Cusco, la laguna de Piuray, que está dentro del distrito de Chinchero, es la principal fuente de agua potable para la capital inca, perennemente escasa de agua.

Otro requisito legal para la construcción de un aeropuerto nuevo es el estudio y obtención de datos meteorológicos detallados de viento, lluvias y temperaturas. Nadie, desde luego, ha obtenido ni proporcionado esta información.

La falta de información meteorológica, geológica y aeronáutica básica subraya la naturaleza poco transparente de este proyecto inútil e innecesario.

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