(Fotos: Grupo El Comercio)
(Fotos: Grupo El Comercio)

Confiar en políticos es más riesgoso que saltar con paracaídas sin revisar. Perú es campeón mundial del “no te creo”, pero en cada segunda vuelta dos bandos cierran los ojos frente al candidato que considera el mal menor atacándose ferozmente.

Si uno está forzado a escoger qué veneno tomar, lo que toca es analizar fríamente qué efectos tiene cada uno y si hay antídoto a la mano. Sida o cáncer, caracterizó Vargas Llosa la elección entre Humala y Keiko, y la dupla Castillo/Cerrón lo hizo apurar una confianza hacia ella sin más garantías que una conversación telefónica. El acuerdo firmado con Verónica Mendoza, contradictorio con declaraciones de Castillo y Cerrón de apenas días previos, lista 10 puntos de una supuesta moderación. No le creo a nadie.

Keiko tiene que garantizar que no va a interferir políticamente en temas de lucha contra la corrupción, independencia de poderes y clientelismo. Lo que se arriesga ya se vio en versión mototaxi de 73 escaños descarada y ahora tiene 24. Su promesa de hacer un gobierno de unión no fujimorista no se condice con sus spots que incluyen bastante más naranja de lo necesario. Eso arriesga lograr convencer a indecisos, donde su antivoto es más alto, aun si viene reduciéndose. Está consumiendo tiempo valioso sin dar señales suficientes a quienes dudan de que lo que ofrece es en serio.

MIRA: ¿Usted gusta veneno conocido o por conocer?

Más iniciativa ha mostrado Castillo con el acuerdo de hace unos días, al que probablemente se sumarán más simpatizantes de izquierda y antifujimoristas. Tampoco le creo. Es inverosímil que Cerrón modere posiciones por cuatro congresistas y equipo técnico. Su gestión del Gobierno Regional de Junín evidencia que usa el poder como le provoca. Sus propias declaraciones y actos hacen difícil pensar que al llegar al poder va a detenerse y no “realizar escrupulosamente su fantasía”, como recomendaba Lenin. Ojalá no retumbe en sus oídos otra frase de Lenin sobre la libertad, “tan preciosa que merece ser racionada”, que en su plan de gobierno y ataques a periodistas sí parece presente. De Castillo no solo existen las múltiples contradicciones, sino que es ingenuo pensar que podría desmarcarse de Cerrón sin más bancada que los cuatro de Juntos por el Perú. La apuesta de Mendoza es natural en este contexto e incluye tragarse el sapo de esconder la problemática LGBTIQ+ en el rubro “minorías” para lograr firmar un acuerdo (en ese campo, ambos candidatos son un retroceso).

Una Asamblea Constituyente, más aún si incluye representantes no elegidos por voto universal (lo que ya sería una Arepa Constituyente), es un riesgo innecesario e inmenso, económica e institucionalmente. Nadie puede negarse a discutir reformas específicas, pero es prioritario que los peruanos que han perdido sus empleos los recuperen de manera sostenible, y no va a haber inversión privada si se prioriza una Asamblea Constituyente en vez de reformas puntuales. Antes de saltar, revise su paracaídas.

VIDEO RECOMENDADO

Presidente Sagasti habla sobre posible censura
Presidente Sagasti habla sobre posible censura