“Se anticipaba una censura pronta, al menos de Condori. Sin embargo, las mismas fuerzas de oposición que antes la consideraban indispensable le dieron largas insólita”.
“Se anticipaba una censura pronta, al menos de Condori. Sin embargo, las mismas fuerzas de oposición que antes la consideraban indispensable le dieron largas insólita”.

Condorito fue mencionado en el hemiciclo hace cuatro años y medio. La política peruana nos ha acostumbrado a situaciones que ameritan sus “plop” y “exijo una explicación”. Esta semana el “plopulismo” ya ingresó a las disciplinas olímpicas. La gimnasia siempre ha incluido el flip-plap, pero ahora se tendrá que inventar el flip-plop porque un solo plop no basta, ni de vainas.

El inició la semana con un mensaje que repitió mucho, pero inauguró un tono más conciliador (incluyó ataques al TC, PJ y Defensoría). Prometió de todo sin tomar ninguna acción que le diera cierta credibilidad a lo dicho. Se anticipaba una censura pronta, al menos de Condori. Sin embargo, las mismas fuerzas de oposición que antes la consideraban indispensable le dieron largas insólitas. Una hipótesis consistente con esta voltereta sería algún acuerdo en una agenda conservadora por materializarse en 30 días, dado que el Minsa es un espacio crucial para ese fin y en ese aspecto hay coincidencias.

Como una demostración palpable de que no tener funcionarios capaces y gestión transparente pasa factura, mientras el presidente Castillo hablaba al Congreso, la deuda de Petroperú se reclasificaba como deuda basura, lo que pone al Estado peruano y nuestros impuestos de garantía de los pagos de esa empresa, sobre la que se han acumulado diversas denuncias por la falta de transparencia del nombramiento y gestiones del actual gerente general, basadas en declaraciones del exministro Merino, extrabajadores e incluso trabajadores actuales. Existe, además de estas denuncias, una obvia falla en la gobernanza corporativa para una empresa estatal: el gerente general no puede ser miembro del directorio a la vez.

Un informe reciente del Consejo Privado Anticorrupción encuentra más de 100 funcionarios cuestionados en el gobierno. La exministra Carolina Trivelli insta esta semana en Gestión a defender lo poco que queda de institucionalidad del Estado. El presidente dijo que la reforma del Estado era prioritaria. Tendría que empezar reemplazando todos los funcionarios cuestionados por reemplazos competentes y probos. Pero el jueves en la noche cesaron al director de la oficina del programa del legado de los Juegos Panamericanos, sin darle las gracias, que sí le dieron al exministro Silva (más mariachis). Y dos jefes de la Digimin, organismo desde donde se puede usar la inteligencia con fines políticos, han renunciado en pocos días, como ha señalado Perú21.

El premier se apresuró a revelar que se había considerado y dejado de lado a último minuto un posible adelanto de elecciones. Fue desmentido por la vicepresidenta Boluarte. Filtrar que se va a pedir una reforma constitucional para poder adelantar elecciones es solo intentar congraciarse con la calle y echarle la culpa al Congreso de que ello no se acepte (lo que es obvio). Es un “nos quedamos todos” disfrazado de “que se vayan todos”.

Desde la semana pasada se rumoreaba sobre la resolución del TC que ha vuelto a polarizar el país y cambiado el escenario político. Actores del oficialismo aprovechan para plantear eliminar el TC, elegirlo por voto popular o insistir en asamblea constituyente. Confunde y decepciona parece ser el lema del gobierno y la oposición.