Élite mariantoniética y un doble abismo

“Difícil quinquenio el que nos espera, con opciones y escenarios que generan temores fundados en cualquier caso”.
Foto: Hugo Curotto | GEC

Difícil quinquenio el que nos espera, con opciones y escenarios que generan temores fundados en cualquier caso. En esta primera vuelta, además, resulta duro constatar lo desubicada que es la élite peruana respecto a lo que sufre la mayoría de nuestros compatriotas y cuán difícil va a resultar lograr una agenda mínima común para resolver sus problemas cotidianos.

Si no es falta de compromiso ciudadano, ¿. Miedo a la pandemia tenía todo el Perú. Podría citar varios tuits y videos viralizados (y virulentos) con reacciones de personas de nivel socioeconómico (NSE) alto, que muestran cuánto desconocen el resto del país, pero no quiero controversias inútiles sin fin.

No hay data exacta sobre cuántos electores corresponden a cada NSE, pero la proporción de hogares es una referencia. En 2019, a nivel nacional, el . Con la pandemia, esto debe haber empeorado.

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El NSE C (27%) tenía en 2019 ingresos familiares promedio de S/3,970 y piso de cemento en sus casas; el D (27%) S/2,480 y techo de calamina o similar; y el E (34%), apenas S/1,300 y piso de tierra. Estos indicadores implican mejoras respecto de años anteriores. El crecimiento económico sostenido es condición indispensable (no suficiente) para generar desarrollo en todos los NSE. Pero hay que tener conciencia de la realidad y empatía con quienes tienen menos.

Muchas dificultades que enfrenta el peruano más pobre resultan de que el Estado no provee servicios de calidad suficiente, porque los funcionarios que lo integran no tienen los incentivos correctos. No sirve una nueva Constitución (que reduciría la generación de empleo formal), sino reformar el sector público, que se ha postergado indolentemente. Son las leyes de contratación, carrera pública, reorganización total de la Contraloría, revisión del proceso de descentralización, etc., lo que permitiría tener un Estado que garantice oportunidades para quienes tienen menos.

La trayectoria de ambos candidatos evidencia riesgos en cuanto a respeto al marco institucional, lucha contra la corrupción y tolerancia frente a minorías y opiniones discrepantes. Ese 88% de hogares de NSE C, D y E define el partido. Son las soluciones a sus problemas prácticos en salud, empleo, educación, seguridad ciudadana, y cuán representados se sientan en la narrativa que exponga cada candidato lo que definirá la elección. María Antonieta, ¿sabes que recapacita y decapita riman?

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