Luego de que barristas de Universitario le dispararan por la espalda a dos niños dejándolos al borde de la muerte, la presidenta de la República, autoproclamada mamá del Perú, ahora también quiere serlo del fútbol peruano y sugirió su -desconectada- solución: “Que jueguen a estadio vacío y listo”.
Falta de juicio. ‘Desconectada’ porque se sale del problema y, sobre todo, de la realidad. El problema (vandalismo, robos y hasta asesinatos) no ocurre dentro de los estadios, pasa camino a ellos; por lo evidenciado en las noticias últimamente, en los alrededores de Ate y con barristas disfrazados de cremas.
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Ya se quejaron infinitas veces los vecinos enrejados de ese distrito, las señoras de La Molina y ahora los de Santa Anita. “¡Son incontrolables!”. Y esta vez no fueron fachadas, mototaxis quemadas ni celulares robados, esta vez fueron las balas que atravesaron el tórax y los parietales de niños de 11 y 12 años.
¡Basta ya de violencia! “Somos rivales, no enemigos”, clamó el comunicado conjunto de los compadres, con un Alianza que solo fue mencionado por la camiseta blanquiazul que llevaban los dos menores acribillados. Ahora la mamá del Perú, desconectada de la realidad, cree que lo de las barras es un problema nacional.
Pero la realidad ya no nos muestra los viejos enfrentamientos entre las barras más temidas del país, donde los bombos, banderolas y vidas arrebatadas contaban como victorias. Eso paró, pero lamentablemente ahora los remanentes, desmanes y muertes ocurren en Lima Este y cuando juegan los merengues.
Sin embargo, para la presidenta, ajena al problema y a la realidad, la solución es súper fácil y sencilla: jugar sin hinchas. ¡Listo! ¿Cómo a nadie se le ocurrió? Medida súper efectiva que, sin duda, seguirá aumentando la (invisible) paz de la que la mamá del Perú tanto se jacta cuando asiste y habla en los foros internacionales.
Si no puedes con todo el país, al menos comienza en Ate, La Molina y Santa Anita. Los vecinos te lo agradecerían.