“El BM también menciona que la baja efectividad del Estado y la informalidad concomitante han perjudicado el desempeño de la economía peruana”. (Foto: Andina)
“El BM también menciona que la baja efectividad del Estado y la informalidad concomitante han perjudicado el desempeño de la economía peruana”. (Foto: Andina)

Ese es el título de un reciente informe del Banco Mundial (BM) que analizó la situación del Estado peruano y presentó un conjunto de recomendaciones para mejorarlo. En el contexto político en que nos encontramos, es probable que estas sugerencias caigan en saco roto.

El informe reconoce nuestro enorme progreso durante las dos primeras décadas de este siglo, creciendo 5.1% por año entre 2002 y 2019, duplicando nuestro ingreso per cápita y alcanzando el estatus de país de ingreso medio-alto en 2008. No solo fueron logros macroeconómicos, ya que la pobreza se redujo del 59% al 21% entre 2004 y 2019; la desigualdad disminuyó considerablemente y creció la clase media. Logramos grandes progresos en el área social y en el bienestar de la población que no se promocionó adecuadamente y terminamos con un gobierno antisistema con propuestas opuestas a lo que requerimos.

El BM también menciona que la baja efectividad del Estado y la informalidad concomitante han perjudicado el desempeño de la economía peruana, lo que se hizo más evidente en el último quinquenio cuando se deterioró la situación política, se implementaron malas políticas, el entorno externo se deterioró y vino la pandemia. Las deficiencias del Estado peruano relacionadas con la provisión de servicios públicos o la mala regulación empresarial han privado el acceso a la educación, salud y otros servicios públicos a millones de peruanos y limitado la formalización de empresas debido a regulaciones costosas de difícil cumplimiento y han sido caldo de cultivo para la corrupción. Como menciona el informe, durante las últimas décadas, los esfuerzos para resolver nuestras debilidades estructurales y enfrentar la corrupción en el país han sido insuficientes. La clase política tampoco desea implementar las reformas que faciliten la formalización, aun sabiendo que la falta de trabajos formales atrapa a las personas en actividades de baja productividad y limita el bienestar de sus familias.

El BM presenta un conjunto de recomendaciones en cuatro grandes ejes para mejorar el funcionamiento del Estado a través de una reforma institucional: sostenibilidad fiscal y reforma de la descentralización; promoción de oportunidades para todos; protección de los ciudadanos y facilitación de emprendimientos productivos. El informe detalla las acciones a implementar en cada uno de estos ejes, muchas de larga data, material para otros artículos. Sugiero que nuestros gobernantes lo lean, aunque es evidente que actualmente no existe el interés ni la capacidad para acometerlas.

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