“La incertidumbre generada ha llevado a un fuerte incremento del dólar que llegó a S/4.14 la semana pasada, lo que ha contribuido al incremento de una serie de productos de primera necesidad que tienen un fuerte componente importado”.
“La incertidumbre generada ha llevado a un fuerte incremento del dólar que llegó a S/4.14 la semana pasada, lo que ha contribuido al incremento de una serie de productos de primera necesidad que tienen un fuerte componente importado”.

Este gobierno repite constantemente que gobierna para el “pueblo” y que su objetivo es ayudar a los más pobres y vulnerables, pero hasta ahora hace todo lo contrario. Ha generado un clima de confrontación e inestabilidad política que ha resultado en una gran incertidumbre que ha contribuido a espantar la inversión privada, lo que implica que se generan menores empleos de calidad y menos oportunidades, particularmente para los jóvenes que recién entran al mercado laboral. Por otro lado, para mejorar los servicios públicos y calidad de los programas sociales se requiere fortalecer la capacidad de gestión del Estado, los nombramientos que estamos viendo nos llevan en la dirección contraria.

La incertidumbre generada ha llevado a un fuerte incremento del dólar que llegó a S/4.14 la semana pasada, lo que ha contribuido al incremento de una serie de productos de primera necesidad que tienen un fuerte componente importado, como el pan, la harina, el aceite, y el pollo, entre otros, además de la gasolina. Estos productos ya venían aumentando debido a factores internacionales, pero hemos contribuido a su incremento. La ratificación de Julio Velarde en el BCR es una muy buena noticia, pero por sí sola no va a revertir la gran falta de confianza que genera el gabinete actual. Veremos cómo reaccionan los mercados y si cualquier positivismo es sostenible.

¿Queremos ayudar a los más pobres o no? Es claro que, para reducir la pobreza y generar más empleo, se requiere mayor inversión, particularmente privada. Es evidente que no la estamos promoviendo. Yo he trabajado con muchos gobiernos en distintos países en mi vida profesional, primero como funcionario del Banco Mundial y luego como consultor, y siempre me han sorprendido los gobiernos que decían que deseaban mejorar la calidad de vida de la población, pero implementaban políticas que iban en el sentido opuesto. Me temo que eso está ocurriendo en el Perú en este momento.

Hay que tener memoria corta para no recordar lo mal que nos fue bajo Velasco y el primer gobierno de García, con políticas similares a las propuestas. Muchos tampoco ven los efectos nocivos de las políticas de izquierda en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Argentina. Cifras recientes de Venezuela muestran un fuerte incremento en la pobreza, particularmente en el último lustro, y ahora 94% de la población es pobre y 76% es pobre extremo. El deterioro en Nicaragua y Argentina se ha vuelto estructural. Hay tiempo para rectificar, como quiere hacer el nuevo gobierno en Ecuador, pero requiere convicción.

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